Dos semanas después (22 de Mayo del 2015)
Estoy haciendo dominadas en la barra del gimnasio. Los músculos se marcan en mis brazos mientras subo y bajo. Cuando aterrizo en el suelo, voy a buscar mi botella de agua pero algo en la puerta capta mi atención. Me volteo y veo al enfermero David parado, mirándome.
— Te quedan 30 minutos. — Me anuncia.
Asiento mientras tomo agua. Sólo necesito 15. Normalmente se va luego de anunciarme el tiempo que me queda pero hoy se queda parado, mirándome.
— ¿Necesitas algo más? — Pregunto sin mirarlo.
Veo de reojo que niega con la cabeza.
— ¿Subiste de peso? Nunca te había visto sin remera. — Me dice.
Yo lo miro de golpe y luego me miro al espejo. Me saque la remera porque últimamente transpiro demasiado en el gimnasio. Los abdominales se están comenzando a marcar, mis pectorales se asoman tímidamente y mis bíceps comenzaron a crecer... creo que luzco mejor.
— Lo lamento... No sabía que no se podía. — Balbuceo mientras agarro mi musculosa del suelo.
— No es nada. Normalmente sólo vienen los bulímicos o anoréxicos aquí. Asi que tendrás el gimnasio par ti sólo la mayoría de las veces. — Me contesta con voz amable.
Yo le sonrío.
— Y ya deja de crecer... tengo a varias enfermeras babeando por tí. — Suelta mientras se voltea para irse.
Doy un respingo ¡¿Que?!
~•~
Entro al consultorio de mi psiquiatra y me siento frente su escritorio.
— ¿Cómo estas Julián? — Me saluda mientras mira unos papeles.
— Bien supongo... ¿Y usted?
— Bien... ¿Por qué supones?
Deja de mirar los papeles y me observa.
— Estoy más tranquilo pero continuo teniendo pesadillas, es algo que no puedo evitar. — Le cuento.
— ¿Duermes bien? ¿Sufres de pesadillas cuando recibes la medicación? — Pregunta.
— Duermo menos de siete horas... las conté porque controlo el horario. Disminuyeron con la medicación pero siguen ahí. — Le contesto.
Él asiente mientras escribe notas.
— En pocos días se cumplirán dos meses desde que estas aquí. — Me cuenta.
Asiento.
— ¿Sientes algún cambió desde que ingresaste aquí? — Pregunta.
— Si... muchos. Pero salieron a la luz problemas que no sabía que tenía. — Confieso.
— Eso es normal y más si comienzas terapia cuando nunca antes habías recibido.
Asiento y le doy una media sonrisa.
— Continúa mejorando y te daremos el alta antes de las vacaciones de invierno. De no ser así, perder el año escolar será el menor de tus problemas... así que esfuérzate.
— ¿Hace falta un mes más? — Intento no sonar ansioso.
Él asiente.
— ¿Te parece mucho tiempo o poco? — Pregunta sacándose los lentes de lectura.
— Tres meses en un manicomio... una eternidad. — Le contesto levantando las cejas.
Él lanza una risa.
— Julián... la gente pasa incluso años aquí dentro. Tú mejoraste rápido. Créeme. Y prefiero llamarlo Institución psiquiátrica, no manicomio.
Yo reprimo una pequeña carcajada. A nadie le gustaría contestar que trabaja en un "manicomio" cada ves que le preguntan en donde trabaja.
~•~
4 de Junio del 2015.
Mamá entra casi corriendo con lágrimas en los ojos. Papá, mi hermanita Sofia y Martín vienen caminando detrás. La recibo con una sonrisa. Como hoy es la visita mensual, aprovecho para comentarles que ya casi estoy recuperado. Decidí ducharme y vestirme lo mejor que pude para recibir a mi familia.
Mamá cae en mis brazos. Me agarra de la nuca y me llena de pequeños besos toda la cara. Puedo incluso sentír el olor de su labial.
— ¡Mi pequeño bebe! ¡Mi chiquitín! ¡Te extrañé a horrores! — Me dice mientras se niega a soltarme.
— Tranquila mamá, yo también te extrañe — le digo abrazándola por la espalda.
Cuando por fin me suelta me mira detenidamente como verificando si aún soy yo.
— Te cortaste el cabello y... traes ropa limpia. — Me dice mientras me agarra de las manos.
Ella se voltea y mira a mi padre.
— Te dije que iba a estar bien.
Él le regala una sonrisa y luego se aproxima a mi. Me da un pequeño abrazo y me saluda.
— ¿Cómo estas hijo?
— Mejor que antes. — Contesto mientras tomo en brazos a mi hermanita Sofía 7 años y le doy un beso en el cachete.
Miro a Martín que este me observa como si me hubieran salido tres cabezas. Dejo a mi hermana en el piso.
— ¿Que te pasó? — Me pregunta mientras me da un abrazo.
Pongo los ojos en blanco.
— ¡¿Quién eres tú y que hiciste con Julián?! — Exclama alarmado.
— Yo también me alegro de verte maldito parásito. — Le contesto haciendo una voz dura.
Abre los ojos como platos.
— ¡No jodas! ¡Si eres tú! — Grita mientras sonríe como idiota.
Me agarra de los hombros y estudia mi nuevo yo. Yo le sonrío, divertido.
— Hermano, hasta subiste de peso. — Baja sus manos hasta mis brazos. —Me alegro de que estés mejor. Te juro que el cambio se te nota y menos mal que te quitaste ese maldito peluquín que traías en la cabeza.
— Deja de manosearme, esto ya se está tornando homosexual. — Lo empujo y lanza una carcajada.
El momento de felicidad termina cuando el doctor Moreno aparece detrás de nosotros.
— Me alegra verlos nuevamente. Siento interrumpir su visita pero necesito hacerles una devolución de el estado de su hijo. Sólo les robaré unos cuantos minutos. — Les pide a mis padres.
Mi madre asiente con una sonrisa nerviosa.
— Por supuesto Doctor. No sólo vinimos a verlo, sino también a saber de su estado de salud. — Le contesta papá.
Miro a Martín y pongo los ojos en blanco. Este mira al piso reprimiendo una risa.
— Volvemos en seguida hijo. Te dejo a tu hermana. No la pierdas de vista. — Me dice mamá.
Agarro a Sofía de los hombros.
— No te preocupes mamá, cuando vuelvas sólo me habré comido una o dos de sus extremidades. — Bromeo.
Frunce el ceño mientras menea la cabeza y luego se va con papá y el doctor.
— ¿Acaso estas nervioso? — Pregunta Martín
Asiento. A Martín no tengo por qué mentirle.
— El médico puede mentirme para calmarme... lo que realmente cuenta es lo que le dirá a mis padres.
— Amigo, ten calma. Mírate, jamás habías estado mejor. Saldrás de aquí, ya lo verás. — Intenta animarme.
Me quedo callado. Espero que sean ciertas las palabras que me dijo el médico. Necesito salir de aquí... Necesito salir e ir a verla.
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No sin ella. [1] (BILOGIA)
RomanceJulián es un joven de 18 años, problemático, con problemas de ira e higiene debido a traumas de la infancia. En su último año de secundaria se encuentra totalmente perdido y sin dirección debido a drogas y alcohol. Todo lo que tiene es el sustento d...