Dos días después.
Me levanto para ir a la escuela, entusiasmado y eufórico. Luego de una ducha, me visto eligiendo mi mejor ropa, me pongo perfume, desodorante, me arreglo el cabello y bajo a desayunar. Beso en el cachete a mi madre.
— ¡Buenos días!
— ¡Buenos días! ¿Animado hoy?
Asiento mientras meto una galleta en mi boca y luego saco mi celular y le escribo un mensaje a mi novia.
Buenos días a la más hermosa. Atte: Julián.
Ya no puedo esperar para verla. Después de salir de su casa la madrugada del sábado, no pude dormir, pensando en ella, en nosotros y en todo el trabajo que me espera para lograr que me ame. Cuando por fin logre dormirme unas horas, desperté de un humor distinto.... ella era mi novia ¡Lo había logrado! Y aunque ella no me amara aun... Me sentía contento.
Salgo de mi casa y entro de un salto al auto. No me importa si es demasiado temprano, pongo música fuerte y conduzco hasta la escuela. Linkin Park suena mientras estaciono. Antes de salir, le mando otro mensaje a Ivanna de que me espere en la puerta para que entremos juntos. La extrañe muchísimo, quiero abrazarla y besarla.
Camino rápidamente hasta la puerta de la escuela, pero cuando llego no está. Miro para todos lados buscándola y mi vista tarda unos escasos segundos encontrarla entre todos los rostros de los demás. Baja la mirada mientras me regala una media sonrisa. Esta vestida con un jean gris roto en las rodillas, una blusa negra y campera de abrigo. Bellísima.
— Hola hermosa.
— Hola. — Me saluda con voz suave.
No pierdo ni un segundo cuando la tengo en frente. La tomo del cuello y la beso en los labios en frente de todos. Le paso la otra mano por la cintura y la acerco a mí. Sus labios son suaves y siento que no quiero volver a besar otro que no sean los de ella. Estoy perdido en nuestro beso cuando un puertazo nos interrumpe. Me alejo sobresaltado y miro para todos lados.
— ¿Qué mier...?
— Fué la rubia. — Espeta Ivanna de golpe con voz dura.
La miro confundido ¿Qué? ¿Quién?
— Esa rubia con la que varias veces te he visto.
Oh no. Valeria, la rubia idiota con la que salí para darle celos a Ivanna. Cuando "rompí" con ella, recuerdo como rompió a llorar y me dijo que era un imbécil que se aprovechaba de los demás. Puede que tenga razón pero ella, además de que me importa un carajo, también se la pasa acostándose con varios chicos de la escuela y aunque yo formaba parte de ese grupo no entiendo por qué le afectó tanto. Creí que solo era sexo, como lo era con Sam y ya, pero al parecer para ellas no.
— Ah...
Que incómodo. Bajo la mirada, ni siquiera sé que decir. Aunque mi plan pareció funcionar en algún momento, no debí salir con ella. Digo lo primero que se me viene a la cabeza.
— Ignórala, es una puta. — Le digo para calmarla.
— ¿Y cómo sabes que es una puta? — Me pregunta aún con voz dura y corriendo su mano de mi agarre.
¿Qué? ¿Acaso está celosa?
— Hum... se acuesta con todos. Olvídate de ella...— Fuerzo una sonrisa.
Ella se me queda mirando. Me inclino de golpe para besarla pero me corre la cara.
— Incluyéndote ¿No?
¡¿Qué?! ¡¿Me niega un beso por esa estupidez?! Nunca significó nada para mí. La fulmino con la mirada ¿Todavía no entendió que sólo tengo ojos para ella?
— Y dime ¿Por qué es tan importante? ¿Acaso yo te pregunto con quien andabas besuqueandote antes de estar conmigo?
Niega con la cabeza con aire avergonzado. Recuerdo lo que hice la última vez que alguien intentó besarla y eso hace que me enoje aún más.
— Es que me pone incómoda...— Me dice en un susurro.
— Voy a hacer que esa puta se arrepienta de siquiera caminar cerca tuyo. — La tomo por los hombros de golpe.
— Para... me asustas.
Sus ojos lucen asustados. No... No quise asustarte. Se me suaviza la mirada inmediatamente. La rabia que me trajeron esos recuerdos me hacen perder la compostura. Ya no quiero asustarla... mi novia no debería tenerme miedo.
— Perdóname, pero entiende que nada de eso tiene importancia.
Mi voz se vuelve suave. No quiero empezar nuestra relación con el pie izquierdo. Quiero que sea la más feliz del mundo.
— Okey. — Contesta ella sin más.
— ¿Podemos entrar? Se nos hace tarde.
Le tiendo la mano para que entremos juntos. Toma mi mano y decido dar por terminada la conversación, pero no me olvido que debo ocuparme de Valeria, no quiero que vuelva a molestar a mi chica.
Ivanna no se sienta a mi lado, eso me decepciona pero decido aceptarlo. Paso el resto de la clase hasta el receso con mis amigos. Martín me mira con las cejas levantadas mientras yo sigo con la mirada a Ivanna que está saliendo del aula con Julieta.
— Así que... Julieta. — Balbuceo.
Ni siquiera se molesta en mirarme. A veces puede ser más cerrado y frío que yo. Frunce los labios antes de contestar.
— Cállate.
Lanzo un risa.
— Lograste lo que querias. — Me dice de golpe.
Asiento.
— No del todo.
Me lanza una sonrisa mientras baja la mirada.
— ¿Por qué siempre tiene que faltarte algo?
Me encojo de hombros.
— ¿Y qué es lo que te falta? Ya es tu novia y hasta te entrego su virginidad. No entiendo que más quieres de ella.
Lo miro y me quedo callado un segundo.
— Me falta su amor.

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No sin ella. [1] (BILOGIA)
RomanceJulián es un joven de 18 años, problemático, con problemas de ira e higiene debido a traumas de la infancia. En su último año de secundaria se encuentra totalmente perdido y sin dirección debido a drogas y alcohol. Todo lo que tiene es el sustento d...