Entro a la tienda de fotografía, entusiasmado. El empleado me sonríe y yo solo lo saludo con la cabeza.
— ¿En qué puedo ayudarte? — Pregunta.
— Necesito imprimir una foto tamaño poster a más tardar para hoy a la tarde.
— ¿Tienes un Pen Drive con la foto?
Asiento mientras se lo entrego. El muchacho conecta el Pen Drive al computador y luego levanta las cejas.
— Muy bonita.
Arrugo ligeramente las cejas. No hermano, no vayas por ahí.
— Es mi novia. — Contesto de golpe para que se ahorre sus comentarios.
Sus mejillas se tiñen de rosa. No esperaba esa respuesta. Mira el monitor y hace de cuenta que está concentrado en lo que está haciendo. Espero que no esté tan concentrado en las piernas de Ivanna en la foto.
Me dice los distintos precios y calidades de la fotografía. Le aviso que vendré a buscar el póster está tarde, lo saludo y salgo hacia la calle. Mientras voy caminando por el centro de la ciudad. Linkin Park suena por los auriculares en mis oídos. Paso caminando por una lencería y un conjunto roba mi atención.
Freno y me acerco a la vidriera. Un conjunto rojo de ropa interior. Es sensual y lleno de encaje. Me la imagino con eso puesto... Dios... se vería increíblemente sexy. Entro a la lencería y se lo compro. Será su primer regalo de cumpleaños... Y esto sólo lo podrá usar conmigo.
Salgo y sigo caminando mirando que más podría regalarle a mi novia. De pronto paso por una joyería y una piedra turquesa roba nuevamente mi atención. Está rodeada con un contorno de plata. Es realmente hermosa e inmediatamente siento que fue creada para ella. Es un colgante. Entro y pregunto sobre la piedra. El señor que atiende la joyería me mira de arriba a abajo y luego va a buscarla.
— Como verás... es turquesa real. — Me dice.
No soy imbécil. Por el precio elevado deducí que era turquesa real. Levanto las cejas mientras levanto la piedra. No me la imagino en su cuello... Me la imagino en alguno de sus dedos pálidos y delicados. Como un anillo ¿Podría hacerlo? ¿Cómo se hace un anillo? Tal vez podría mandar a hacerlo... O hacerlo yo mismo. No es mala idea.
El señor continúa mirándome expectante. Me saca de mis pensamientos. Por la expresión en su rostro piensa que sólo estoy husmeando. Agarro un anillo de acero quirúrgico que están en el mostrador y lo pongo al lado de la piedra.
— Me llevaré todo esto. — Le aviso mientras acerco las cosas a sus manos.
No disimula su expresión de sorpresa al ver las cosas que quiero comprar. Pero que molestia.
— ¿Sabes que está piedra cuesta $2500? ¿No es un regalo muy extravagante para hacerle a tu madre? — Pregunta con voz suave.
¿Y a usted no le enseñaron a no meterse en lo que no le importa? Reprimo las ganas de decirle que no se meta en donde no lo llaman.
— No es para mi madre. Es para mi novia. Hágame el recibo en efectivo por favor. — Le contesto.
Se queda callado un segundo. Luego, envuelve la piedra justo con una cadenita, el anillo y luego hace el recibo. Saco mi billetera llena de billetes y luego le pago. Su expresión perpleja no cambia en ningún momento. Seguramente es porque me veo demasiado joven y admito que me molesta
~•~
Dejo los regalos de Ivanna encima de mi cama y luego voy hacia mi placard. Abro ambas puertas de madera. La ropa perfectamente colgada y en orden no da a sospechar nada raro.
Corro la ropa hacia un lado y dejo al descubierto la pared interna del placard. Sus fotos... la pared del placard llena de sus fotos... miro esas fotos en una esquina... esas fotos que uso para desquitarme. Rayadas, con dardos y cuchillos... por todas esas veces que me ignoró, que me hizo sentir menos, que me hizo sentir que me quería ver lejos. Ignoro las fotos y meto mis manos para sacar la carpeta que tengo escondida aquí.
Aquí está el archivo que robé hace tiempo de la oficina del padre de Ivanna. Hoy voy a devolverlo y espero que sea suficiente para poder arreglar todo lo que hice.
Con cuidado de que nadie me vea, entro a la oficina de mi padre y dejo el archivo dentro de su portafolio. Seguro estará confundido cuando lo encuentre pero no me importa. Salgo de su oficina y me preparo para ir a buscar mi póster con la foto de Ivanna.
~•~
Entro nuevamente a casa, con el póster en mis manos. Puedo sentir a mis padres hablando en el living animadamente. Me acerco para poder escuchar mejor.
— No sé como pasó... simplemente abrí mi portafolios y ahí estaba.
— Seguro habrá sido alguna confusión. — Le dice mamá.
— Si así fue entonces le debo una disculpa a muchos en la oficina... los culpé sin razón.
Sonrío. Seguro con esto bastará. Mis padres continúan hablando sobre el asunto y yo camino hacia mi habitación.
Cierro la puerta con llave detrás de mi. Ahora si puedo hacer lo que quiera tranquilo. Abro el póster y miro la foto... sonrío. Es hermosa. Con un remeron negro, que cae por su pálido hombro. Posa exageradamente mientras tiene una gran sonrisa en su rostro. Amo esta foto. Se muestra relajada y feliz.
Mi objetivo es poder hacerla sonreír así... Y de la única forma que lo lograré es mirando la sonrisa que quiero que tenga. Pego el póster en mi techo, arriba de mi cama, para poder verla siempre... Me acuesto en la cama y miro hacia el póster para asegurarme que sea el lugar perfecto.
Si... el lugar es perfecto y ella es perfecta... lo único que está mal en todo esto es que en esa foto, en donde está tan feliz y relajada... le está sonriendo a otro chico y eso hace que la cabeza me quiera explotar de rabia.
No aguanto la impotencia de no saber aún quién carajo es Bruno en la vida de mi novia.
¿Por qué ella aún no me habla de él?
¿Tiene algo que ocultar?
Tengo que saberlo. ,

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No sin ella. [1] (BILOGIA)
RomanceJulián es un joven de 18 años, problemático, con problemas de ira e higiene debido a traumas de la infancia. En su último año de secundaria se encuentra totalmente perdido y sin dirección debido a drogas y alcohol. Todo lo que tiene es el sustento d...