(13)

17.7K 1.1K 128
                                    

Me decido por esperar a que toque la campaña de salida para volver a intentar hablar con Ivanna. Esta vez me va a escuchar. La miro todo el resto de la clase, esperando que por lo menos se percate de mi existencia, pero ella parece sumida en su mundo. Incluso puedo notar que está ansiosa y eufórica por algo que no tiene nada que ver conmigo... eso me molesta.

La campana de salida toca y yo doy un respingo. Normalmente soy el primero en salir pero hoy guardo mis cosas con paciencia. Cuando me volteo se me cae el alma a los pies.

Ivanna ya no está. Ni siquiera saludo a mis amigos. A paso acelerado me voy del aula en su busca. Mientras bajo las escaleras de mármol, estudio todas las caras que me cruzo pero nadie es ella. Podría incluso reconocerla de espaldas. Nadie ni nada se le compara.

Salgo a paso acelerado, me choco incluso con algunas personas de lo ansioso que estoy por encontrarla. No me sorprendería si me enredara con mis propios pies y terminara con la cara en el suelo. Ya en la calle, no puedo encontrarla... esto no es posible. Me salió todo para la mierda.

No. Pero esto no se puede quedar así. Me muevo el cuello de la remera. Que calor, carajo. Recuerdo su dirección de memoria. Pediré hablar con ella y todo esto será por algo. Camino en dirección contraria a la de mi casa, rumbo a casa de Ivanna. Me quito la campera y la guardo en mi bolso, quedando sólo en remera. No entiendo por que tengo tanto calor. Seguramente sean los nervios. Aprovecho que no hay nadie cerca y repaso lo que le voy a decir a Ivanna mientras camino por una vereda vacía.

— ... Y como no pudimos terminar de hablar en la biblioteca... — Me rasco la cabeza — Estaba pensando si tal vez querías venir a tomar algo conmigo...

Doy un respingo. Niego con la cabeza. Idiota, es medio día ¿Cómo la voy a llevar a tomar algo?

— O tal vez... un café... O aquí, afuera de tu casa...

Me tapo la cara con ambas manos. Dios, que nervioso estoy. Por alguna razón, levanto la mirada del suelo de la vereda y entonces me arrepiento por completo. Veo a Ivanna, como a tres metros más adelante de mi. Pero... para mi desgracia, no está sola. Lucían esta con ella y van...agarrados de la mano. Se me cae el alma a los pies y la ira me invade al mismo tiempo. Niego con la cabeza mientras me quedo petrificado en el mismo lugar. Esto no debería ser así... esto está mal... ella debería estar conmigo. ¡No con él! Me cruzo de calle y me escondo detrás de los árboles para que no me vean por cada cuadra que avanzan.

Me controlo mientras camina y hablan pero se me safa un tornillo cuando Lucían toma de la cintura a Ivanna, la levanta y comienza a dar vueltas con ella agarrada de su cuello. Se me llenan los ojos de lágrimas. Cierro los ojos con fuerza, incapaz de mirar. Pero quiero verlo, aunque me cueste. Cuando vuelvo a levantar la mirada, me corro el pelo para poder ver mejor. La tiene agarrada de la cintura, contra un árbol. ¡Mierda! ¡Mierda! ¡Mierda! Ella le sonríe y a mi se me parte el alma.

Intercambian palabras mientras se sonríen. Me duele respirar y ya no puedo detener las lágrimas. De repente Lucían vuelve a tomarla en volantadas y la hace dar vueltas mientras ella sonríe feliz. Voy a matarlo ¡Carajo! Mis manos se vuelven puños cuando la deja en el suelo para poder agarrarle el rostro con ambas manos. Ella no se opone y le acaricia las muñecas mientras la hace retroceder para quedar apoyada nuevamente contra un árbol. Él deja caer sus manos y... quiere besarla.

No. No. ¡NO! ¡No la toques! Antes de que pudiera darme cuenta, estoy corriendo por la calle en dirección a ellos. Están a punto de besarse, cuando caigo encima de Lucían. Él abre los ojos como platos al verme, luce sorprendido y aturdido. Pero no le dura mucho. Intenta sacarme de encima entre gruñidos pero yo no lo dejo. Con una mano lo agarro del cuello y con la otra le aplico puñetazos en la cara y aunque la sangre aparece rápido, no me detengo.

De pronto algo me agarra de la remera y el brazo, intentando sacarme de encima de Lucían.

— ¡Para! ¡¿Qué crees que estas haciendo?! ¡Lo estas lastimado! — Me grita una voz femenina.

La ignoro y sigo golpeando al maldito. Pero sea quien sea me agarra del codo y tironea tanto, que lanzo un fuerte codazo para que me suelte. Mi codo se golpea contra algo y siento que alguien ahoga un grito y cae al piso. Dejo de golpear a Lucían y volteo lentamente rogando que no sea ella.

Abro los ojos como platos. Ivanna esta tirada en el suelo. Levanta una mirada asustada hacia mi y tiene sangre en la boca. No.... No quise lastimarte...Por favor...Yo le prometí que no iba a lastimarla... esto no puede estar pasando... ¡No! ¡Y todo por este hijo de puta! Me volteo y miro a Lucían que intenta salir de mi agarre con toda la nariz llena de sangre e incluso se ahoga con ella.

— ¡Mira lo que hice pedazo de hijo de puta, le he pegado a Ivanna por tu culpa! — Le meto un puñetazo en medio de los ojos. — ¡Te mataré pedazo de mierda! — Grito con todas mis fuerzas.

No sin ella. [1] (BILOGIA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora