♤ Capítulo 2: Un bendito mal comienzo.

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.-¿Qué nos deparará el día de hoy Pasqui?.- Le pregunté a mi gata mientras apoyaba mis brazos en la baranda del balcón de nuestra cabañita con vista al mar.
.-Miau
.-¿Será que llegará un barco de regalo para nosotras y gente que nos lleve a recorrer los misterios más grandes del mar?
.-Miaaau
.-Tienes razón, es mucho...- Me subí a la mesita que estaba ahí para extender mis brazos al viento recibiendo todo lo que la brisa del mar tiene para entregar.- ¡Mejor un submarino de tecnología futurista que nos permita ver los lugares más recónditos de nuestro amigo azul!.- y un viento se levantó de inmediato respondiendo a mis gritos.
.-Miiiaau
.-Ya se, ya se, no tienes que ponerte así.-me bajé.- no es malo soñar, ¿cómo crees que llegamos aquí?... Bueno, ¿qué quieres hacer entonces?
.-Prrrrr miau
.-Estoy totalmente de acuerdo, la playa será, pero antes hay que alimentarse.- le serví atún porque era viernes y los viernes se comía rico, por mi parte con una buena porción de papas fritas y bistec era más que suficiente.

Bajamos como de costumbre a la playa, pasando por el centro del pueblo, viendo el mercadillo, los niños jugar. En general es un lugar tranquilo y la gente es amable. Mi gata sin embargo, es indiferente a las personas, se deja querer a veces pero no es de su gusto, un poco como yo, por eso nos entendemos. Ella se va por los techos vigilando y a veces cuando se cansa de sube a mis hombros, lo que naturalmente a la gente le causa gracia y como la Pasqui es una reina, le encanta la atención de nosotros los "mortales".

Llegamos a la playa y decidí sentarme para mirar el mar, los barcos que se iban y que ciertamente envidiaba, como los que llegaban, no eran muchos, arruinaría la vista, pero sí que le daba vida ver a las tripulaciones subir y bajar velas, algunos bajando pescados para vender al mercadillo y otros, viniendo solo para conocer el lugar y abastecerse para seguir su camino, habían días que llegaban barcos arrasando con todo y destruyendo todo a su paso, pero al menos hoy, no era así y me dejaba disfrutar mejor el momento.
La pasqui se fue al mar, como siempre, le encanta, juega con las olas que llegan a la arena, y los seres que a veces llegan con ellas, se que es una gata muy peculiar y por eso la gente la adora, debo admitir eso sí que cuando era pequeña la obligué a qué le gustara la playa y el mar, jamás lloriqueó, pero no me pedía venir, no se iba al mar, solo se recostaba en su toalla de playa. Hoy es distinto, tengo que detenerla para que no venga sola, nunca se sab... Unas voces ruidosas y la discusión que mantenían atrás mío me sacaron de mis pensamientos y me giré naturalmente para saber qué pasaba: unos vendedores discutiendo por precios y cantidades de frutas, nada importante, cosas naturales del mercado.
.-Espera... ¿Pasqui?...¡Pascal?!.- Grité, no la veía y eso eran problemas, ella sabe que no puede perderse de mi vista y no era normal que lo hiciera, la desesperación empezaba a notarse, la única vez que pasó, una ola se la llevó y un bote pesquero pudo rescatarla, de las peores experiencias que he vivido. Seguía gritando y no venía, me entraba el pánico, la llamaba de todas las formas que tenemos, la gente miraba pero no hacía nada
.-¡¡PASCAL!!...

Indispensable Peligro ♧finalizada♧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora