Indispensable Peligro ♧finalizada♧

♤ Primera parte: Final ♤

.-Quédate justo donde estás Roronoa.- Me apuntó con un arma a mi.- Yo se que si te apunto a ti, espadachín, puedes esquivarlo rápidamente, si te interpones, la bala te atravesará a ti y a mi princesa a la vez, así que mejor te quedas donde estás. Y en cuanto a ti... mi princesa.- se acercó a mi con una sonrisa siniestra.- te vienes conmigo, tu gata está afuera y no en buenas manos.
Entraron hombres aparentemente muy fuertes para amarrar a Zoro. Por mi parte, sin dudarlo dos veces me paré y lo seguí, era la Pasqui o yo.
Una vez afuera vi a los chicos dormidos y atados con kairoseki... Trafalgar y Usopp no estaban entre ellos... ¿dónde estarán?... cómo es posible...
.-Despiertenlos.- con una inyección han despertado a los que estaban amarrados, ninguno podía pelear. Sólo Zoro y yo. Estábamos en desventaja
.- Debo informarles a todos los presentes la situación en la que cada uno de los muguiwara se encuentra, no quiero preguntas después.- Empezó a decir/gritar Kidd.- Primero. Soy un protegido de Big mom. Así que cualquier cosa en mi contra, sólo terminará siendo en contra suya. No quería serlo, pero me ha pedido un favor que no puedo rechazar.- Me miró y acercó su mano a mi rostro para acariciarme, le escupí la cara, sólo sonrió con malicia.- Asquerosa... Como iba diciendo, me ha pedido que fuera en busca de su hija, D. Rose (___), mi princesa.-
Hi... Hija de... ¿Big mom? Qué estaba diciendo... yo no... kidd siguió. Miré a Zoro... a Nami... a Sanji... todos tenían la misma expresión... asombro.
.- Así es, Mia y Den no son tus verdaderos padres, princesa.- ahora se dirigía a mi.- Big Mom ha ordenado que te llevaran a Flevance cuando eras bebé, ¿sabes por qué?... Quería tu muerte. Ya sabes, la epidemia que vivía la ciudad en ese entonces, no había cura... Big mom no sería la culpable directa de tu muerte, sería la enfermedad... ¿Sorprendida? No deberías. No cualquiera lleva una "D" en su apellido y además es hija de Big Mom... eres rival para cualquiera, pero no lo sabes. Ahora quiere que te lleve con ella viva, no se para qué, me ha prometido muchas cosas si logro hacerlo, y si de paso duermes conmigo en el viaje, era algo a lo que no podía negarme. Extraño un poco tus caderas nena... pero no te asustes, ella no te hará daño, quiere recuperar los años perdidos de madre e hija, agradece que una pareja se haya encargado de ti, claro que en ese entonces ella no lo sabía, los habría eliminado de inmediato. Nadie, ni si quiera la actual yonkou iba a pensar que un par de estúpidos se encargarían de ti.- Le pegué una patada donde más le dolía, una vez que se retorsió de dolor, le pegué un rodillazo en su cara que miraba al piso, le iba a seguir golpeando a los puños por haber dicho eso de mis padres cuando su mano me detuvo. Se levantó, y me miró con odio.- De esta no te salvas.- Me amenazó.- ¿Crees que tú noviecito es capaz de salvarte? Mira a los muguiwara. Ninguno es capaz de salvarte en este momento. ¿Este collar?.- Me lo quitó del cuello de un sólo tirón.- ¡No vale nada! ¡Eres asquerosa! ¡ESE PIRATA CON EL QUE TE ACUESTAS NO PUEDE SALVARTE AHORA!- me golpeó tan fuerte en la cara que caí al piso y me golpeé la cabeza. Parecieron años, pero vi como todos los hombres que acompañaban a Kidd alzaban sus armas, Zoro se había movido a defenderme, a pelear con Kidd, su mirada lo decía todo, jamás lo había visto así, pero había un problema, no tenía sus katanas y estaba siendo detenido por alguna especie de masa, seguro era una fruta de alguno de ellos... las armas... apuntaban a Zoro... Kidd gritaba que lo mataran, que no lo dejaría vivir conmigo, que no me dejaría ser feliz con alguien que no fuera él... Zoro... No podía moverse, lo iban a matar... Él intentaba moverse, no podía... pero yo sí... me levanté, corrí al frente suyo y cuando llegué, sus ojos me miraron de manera inquieta, preocupada, me iba a hablar, me diría por qué lo había hecho, siempre lo hacía cuando me ganaba alguna herida, se lo ocultaba a Chopper, pero ahora ni eso podría. Un sonido estruendoso se apoderó de la cubierta del barco. Miré hacía abajo y estaba sobre un charco de sangre... No sentía nada, los sentidos se me nublaron, y lo único que podía a penas escuchar era a Zoro llamarme, lo miré y le dije:
.-Al final he tenido razón, me han amenazado con tu muerte y he tenido que salvarte el trasero.- Le sonreí, él sólo se quedó helado, su lágrima caer es lo último que vi cuando todo se oscureció.

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.-No te sientas mal, pirata.- lo besé.- al final es para que no me vea en la situación de salvarte el trasero mientras me amenazan con tu muerte.- le sonreí. Me arqueó una ceja, esta vez, sí estaba indignado. Pero ya había pasado el mal trago
.- ¿No será al revés niñita? Seré el mejor espadachin, puedo defenderme. ¿Y tú?
.-Tengo un loco de las katanas de pelo verde, sonrisa perfecta, amante del sake y mal humorado que está medio colado por mi, no te preocupes.

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