.-No puedo creerlo.- dije a penas con los ojos llorosos.- por eso estaba gorda cuando llegamos. Y tan floja. Yo pensé que era la edad
.-¿Cómo no te das cuenta que tu gata estaba preñada?.-Dijo Zoro sorprendido sin dejar de mirar a los pequeños animalitos que seguían gritando por la madre o comida. Vaya a saber uno.
.-¿Mi gata? Era tan tuya como mía señor sabelotodo. Tú tampoco te diste cuenta en el hotel.
.-Incluso ahora sigue sorprendiendonos.- La sorpresa inesperada nos dejó en silencio por unos segundos.- ¿Qué haremos con ellos?.- me preguntó
.-Fácil. Alimentarlos, nombrarlos y preguntarle a chopper cómo cuidarlos.
.-¿Nos quedaremos con ellos entonces?.- Solo lo miré con mi mayor cara de indignación.- Lo tomaré como un sí. Pero si son los mininos de ella... No puede resultar nada tranquilo de estos cuatro.****
Cada semana algo roto aparecía, dibujos de Nami, ropa de Robin, cuerdas de la guitarra de Brook, o desaparecía comida, en fin. Esos 4 mininos hacían de las suyas.
.-Pitow!.- le grité a la más rabiosa y rebelde de los 4.- deja a esos peces en paz pillina.- Pero cuando me acerqué corriendo a alejarla de la pecera, fue en vano, ya se había arrancado, y dejó todo el piso de alrededor mojado, y obviamente con mi torpeza no pude hacer nada más que resbalar y caer dentro del agua. Vi como los peces nadaban por sus vidas alejándose de la masa aplastante que había caído en su tranquilo hogar.
Camisa blanca y solo el traje de baño por debajo. Al menos es mejor haber caído con esto que un pantalón y un poleron.
.-Si quieres aprender a nadar, solo tienes que pedirme... gatita.- Entraba Zoro al lugar en el momento, como siempre, más inoportuno.
.-Si quieres verme en traje de baño solo tienes que pedirme... tigre.- le respondí de vuelta con nuestro típico e interminable jueguito. Incluso después de tanto tiempo, podíamos seguir divirtiéndonos así.
.- Tigre... me gusta. Pero... ¿pedirte? No soy de esos.
.-¿Ah no? Deberías aprender un poco de Brook, a pesar de que quiere ver mis bragas todo el tiempo, al menos lo pide. Como un real caballero.- luego añadí por lo bajo: creo.
.-Asi que como un caballero... nah. Uno, no va conmigo. Dos.- para el dos, ya estaba a mi lado deslizando sus dedos por el borde de mi camisa, erizando los centímetros que alcanzaba a recorrer de mi muslo.- se que no te gustan los caballeros. Mucha palabrería.
.-y...
.-¿y...?.- sus mano estaba pasando peligrosamente cerca por mi entrepierna mojada, solo para excitarme, nada concreto. Lo que hacía que me costara decir lo que iba a decir.
.-y...-ya sentía un poco de miedo de preguntar, pero de todas formas lo hice, digo... quién no lo haría.- ¿cómo me gustan entonces?
.-Los que actúan. Y hablan poco.- Me giró y puso mi espalda contra su pecho.- ¿o me equivoco?.- su mano acariciaba la tela entre mis piernas, y solo podía pensar en ese tacto, no podía responderle bien.
.-n...nh..no...no
.-¿no qué?.- insistía, su mano grande y tibia acariciaba mi zona ya húmeda y helada por el agua, .- me gustas así.- se me escapó un gemido fuerte y tuve que apoyar mis manos contra la pecera para no ceder.- tan... entregada.
.-Zoro.- dije con la voz ahogada, gimoteando.
.-Dime.- y ahora me dio vuelta para que lo mirara en ese estado. Él me sonreía, sin dejar de tocarme obviamente, yo no sabía que cara ponía, pero era algo que obviamente a él le agradaba, le hacía sonreír más y bueno... a su amigo de abajo también le gustaba verme así.
Mientras me besaba el cuello, con su mano desocupada se deshacía de la parte de arriba de mi bikini, y solo quedaba la humeda tela cubriéndome.
.-Basta.- Dije, y aparté su mano y su cuerpo de un golpe. No me gustaba perder tanto el control. Así que tomé el botón de su pantalón, y lo desabroché lento, el cierre lo bajaba más, él miraba inquieto lo que hacía, pasé mi mano adentro y lo acaricie por encima de su ropa interior, cerró los ojos por un largo segundo, y relajó sus brazos a su al rededor. Gruñó roncamente. Esto era demasiado excitante. Subió su mirada de a poco pasando por mis muslos, y levantó una de sus manos para acariciarme, pero entonces lo acaricié sin tela que pudiera separarme de él, y me agarró el brazo impulsivamente.
Al igual que yo antes, apoyó su otra mano contra la pecera para no ceder, encerrándome entre su cuerpo y el vidrio.
Separé un poco mis manos solo para tomar su ropa y deslizarla hacia abajo, mientras lo hacía, y él seguía apoyado, yo bajaba con la ropa, hasta quedar en cuclillas frente a él. Él solo tenía los ojos cerrados, esperanba. Su cuerpo estaba completamente tenso, lo que hacía que sus músculos se vieran más grandes, seguía acariciando lentamente lo que le causaba más excitación. Me acerqué a él, y pasé mi lengua desde abajo hasta la punta muy lentamente. Soltó otro gruñido más ronco y fuerte que el anterior. Entonces me levanté y le dije:
.-Bueno... para ser un hombre de pocas palabras y más acción, te falta acción ¿o no?.- me miró con su típica sonrisa y siguió:
.-Ven aquí.- me dijo. Y me levantó con uno de sus brazos, me apoyó contra la pecera y sin dudarlo dos veces entró en mí de una vez. Eso hizo que ambos soltaramos un gemido sonoro. Mis brazos rodeaban su cuello, él me sujetaba por el trasero y escondía su rostro en mi cuello, lo besaba, me miraba, me besaba los labios, se quedaba ahí, ahogando sus gritos en mi boca, y yo ahogando los míos en la suya. Me embestía con tal fuerza, que el agua de la pecera formaba ondas, era tanto el placer que levanté mis brazos y tiré mi cabeza hacia atrás. No nos saciabamos nunca del otro.
.-Zoro.- jadeaba.- Zoro...- jadeaba otra vez.
Así pasabamos la mayoría de nuestros días.****
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Indispensable Peligro ♧finalizada♧
Romance¿Zoro? ¿Enamorado?! No puede ser, él jamás perdería su orgullo por amor. ***** Hola! Está es mi primera novela y qué mejor que un fanfic todo dramático ?. Si pasas a leer, deja un comentario Algunos personajes son de One piece por lo que no me perte...