CAPÍTULO 40

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Con el alma en los pies escuchó como arrancaba la moto y como se alejaba. Ella no sabía conducir. Salió dudosa hasta el porche, donde tomo aire unos segundos antes de decidirse a seguirlo. Aunque no tuviese carnet, si esa tarde había sido capaz de conducir, ahora también podría hacerlo. Y lo mejor de todo, sabía dónde estaban las llaves.

La luna brillaba en el cielo en forma de medialuna. Diego avanzaba con su Triumph Bonneville T100 por las calles de la ciudad, totalmente ajeno a la chica que conducía una moto mucho más simple y que luchaba por mantener el equilibrio. A pesar de la hora que era había muchísimos coches lujosos con los altavoces a todo volumen. Varias limusinas se desplazaban por una calle en la que la noche no había hecho más que empezar para muchos. Risas y el sonido de los zapatos de tacones surcaban la madrugada. En ese momento, Clara pensó que si había acabado en lugar como ese al que tan pocas personas podían acceder, iba a aprovecharlo lo máximo posible.

–¿Tanto te ha gustado conocerme que quieres acabar como yo?

Clara sintió un escalofrío y un suave temblor la sacudió. Notando el corazón acelerado por lo que estaba haciendo miró de reojo al fantasma que se movía a la misma velocidad que ella.

–Tal vez así me digas cómo te llamas y quien es el demonio que te mató.

La chica fantasma rio mientras seguía observándola.

–¿Si te lo digo te abrocharás el casco?

Clara se percató de que ni tan siquiera llevaba uno. Desde luego que había que ser idiota...pensó.

–Mierda...–masculló entre dientes.– ¿Ya has recordado tu nombre?

La fantasma le dirigió una mirada comprensiva y la ignoró.

–Ese chico tiene razón. Tienes un instinto suicida latente.–Clara fue a replicarle, pero el fantasma siguió hablando.– Tienes uno debajo del asiento.

La chica observó al fantasma y frenó la moto. Luego puso la pata metálica y trató de abrir el sillín. Cuando por fin lo hizo se colocó el casco y se lo abrochó. Notó como le pesaba la cabeza de lo poco acostumbrada que estaba a llevar nada en ella.

–Ahora quiero que me digas quien eres.

El fantasma sonrió.

–Me llamo Lauren.

Clara se le quedó mirando. Parecía sincera.

–¿Cuánto llevas muerta?

–¿Cuándo fue el último concierto de Shawn en España?

Otra vez ese chico. Clara se llevó una mano a la cabeza. No era fan de ningún grupo musical, pero sí que había oído que ese cantante fue de gira por España hacía unos meses.

–Creo que fue en Marzo.

–Pues por esa fecha. Creo que las entradas de ese concierto al que nunca fui son las que me mantienen en la tierra.

Volvió a hablar de una forma tan graciosa que en esa ocasión Clara rio.

–¿Estás ligada a las entradas de un concierto?

–Bueno, y al misterio de mi muerte.

–¿De verdad existen los diablos? ¿Y por qué dijiste eso de que había venido a esta ciudad a morir?

–La gente te está mirando Clara.

La chica se percató de lo que decía el fantasma y miró a su alrededor. Era cierto. Había varias personas mirando como hablaba aparentemente sola en la calle.

–Sígueme y respóndeme.–pidió Clara cuando volvió a avanzar con la moto, y en esa ocasión le costó menos trabajo hacerlo pero continuó sintiendo que no tenía por completo el control de la moto.

–Sí, y respondiendo a tu segunda pregunta, en tu caso que como yo no has nacido aquí, probablemente te hayan dejado entrar para poder matarte.

Aquello seguía pareciéndole surrealista.

–¿Quiénes?–preguntó rápidamente.

–No lo sé, pero el diablo de ojos amarillos formaba parte de ellos.

Las palabras del espectro que volvió a desaparecer y a dejar a la chica sumida en una espiral de intriga y miedo se quedaron en la cabeza de la chica demasiado tiempo.

¿Por eso estaban ella y su madre en aquel lugar? ¿Por qué alguien quería matarla? ¿Por eso las habían dejado entrar en un lugar en el que los más ricos del mundo se codean con personas aún más ricas y poderosas? ¿Qué era lo que ocurría? Según su madre tenían suerte de que Paco les hubiese hecho el enorme favor de dejarlas estar en un lugar tan maravilloso como ese, pero, ¿y si las intenciones de Paco no eran buenas? 

Gracias por leer. ¿Qué pensáis de este capítulo? Besos!!! 

IG: itssarahmey

Fb: sarah mey libros

Lo que el miedo no pudo silenciar© |TERMINADA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora