Capítulo 94

201 44 0
                                    


Tras aclarar sus ideas y llevarse unos minutos sentada en la cama pensando en lo que significaba todo lo que Lauren le había contado se levantó y se miró por última vez en el espejo. Era absurdo que ella hablase con alguien por el fantasma, pero al fin y al cabo, si ella tuviese la oportunidad de volver a hablar con su padre no la desaprovecharía. ¿Sería capaz de decirle a alguien que veía espíritus?

Salió de su habitación sumida en una lucha contradictoria consigo misma. No era capaz de decirle a nadie que veía espíritus, pero, ¿y si podía ayudar a otras personas con lo que pudiese contarles? Clara tragó saliva mientras bajaba hacia el salón y entraba en la cocina. Se encontró a Diego, su madre y Paco esperándola para desayunar. Se sentó en la mesa sin hacer ningún comentario salvo el de buenos días.

–¿Qué tal estás?– le preguntó Paco, sopesando si la chica habría tenido el tiempo suficiente para asimilar todo aquello.

–Bien.–dijo ella, aunque en realidad aún se encontraba algo turbada.

Comenzaron a desayunar en silencio. El tic tac del reloj de la cocina empezaba a enervar a la chica.

–Tus abuelos son muy buenas personas.–le dijo Paco.

–¿Los conoces?–aunque en seguida pensó que debería de conocerlos.– Claro que sí –se contestó ella misma.

Diego tosió.

–Será mejor que nos vayamos.–le dijo Diego cuando ella acabó su tostada.

Clara no dijo nada sino que se limitó a levantarse con una sonrisa. Le parecía imposible no sonreír cuando tenía al chico delante.

–¿Dónde vais?–preguntó Sofía, sobreprotectora.

–Vamos a casa de mi tía a coger una cámara para hacer un video.

Sofía los miró con desconfianza.

–Nunca pensamos que os llegaríais a llevar tan bien.–dejó caer ella al tiempo que los dos jóvenes se apresuraban a salir de la cocina.

Una vez fuera Clara se montó detrás, en la moto de Diego y se abrazó a él, risueña. Hacía bastante calor y el sol resplandecía en el cielo totalmente despejado. El chico arrancó e hizo que la moto saliese veloz y comenzara a recorrer la calle, feroz. De pronto se paró en una esquina.

–Me falta algo.–dijo volviéndose a ella.

–¿Qué?–preguntó Clara sin entender.

–Esto.–contestó mientras la besaba y luego como el que no quiere la cosa volvía a conducir centrándose en la carretera.

Clara disfrutó de la sensación y de aquel cosquilleo que los besos del chico dejaban en sus labios.

–Va a darme vergüenza cantar en público.–le confesó.

–No va a vernos casi nadie.

–¿No pensabas hacer una cover en la calle?

–Sí, pero mejor en el parque de los ángeles. Creo que es una zona más segura. Por la zona que tengo en mente no van muchas personas pero serán las suficientes para hacer correr el rumor.

Clara rio suavemente.

–Me estoy imaginando la cara de ira de Gloria cuando vea el video.

–Probablemente hará algo parecido para intentar demostrar que ella es mejor.

El colocó de nuevo el cristal de la moto de tal forma que podía mantener un contacto visual con la mirada de ella.

–¿Sólo haces esto para joder a Gloria?–continuó él.

Lo que el miedo no pudo silenciar© |TERMINADA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora