Clara miraba hacia el hermoso océano, intentando tranquilizarse. Contó hasta diez mientras inspiraba y espiraba lentamente. Cuando giró la cabeza en la dirección en la que se encontraban los demás tan sólo vio como Diego acariciaba el cabello de Gloria y como Miguel y Lucas estaban sentados en la arena.
Al cabo de un rato en el que ambas expresaron su indignación Miguel y Lucas se acercaron a donde estaban. Los dos iban mojados y las gotas de agua se deslizaban por sus cuerpos.
–¿Estás bien? –le preguntó Lucas.– Físicamente me refiero. Ya sé que estás cabreada.
Clara hundió su mirada en aquellos ojos grises.
–No te preocupes, todos aquí sabemos que Gloria no está bien de la cabeza.
–Todos menos Diego–susurró Clara mirando a los dos jóvenes
Miguel hizo un esfuerzo por cerrar la boca, intentando no traicionar a su amigo. Lucas se le quedó mirando unos instantes mientras se ponía de rodillas.
–En el fondo creo que lo sabe...–dijo tan solo.
–El amor es ciego.
La última frase hizo que el corazón de Clara se estremeciese. Él la quería a ella, a una chica que aparentemente era una posesiva y una celosa. Y ella se sentía tan estúpida...
–No entiendo cómo puede quererla.–se le escapó
Miguel rio e hizo que la chica posase sus oscuros ojos en él.
–¿Por qué te ríes?
–Porque eso lo dice la chica que acaba de agarrarla, pegarle una patada y un puñetazo.–contestó socarrón.
Clara enarcó una ceja.
–En realidad fue ella la que me agarró...y la que dijo todas las cosas que dice que yo he dicho supuestamente.
Él la miró, inexorable mientras ella dirigía la mirada hasta el mar. De pronto se percató de que había muy pocas personas en esa parte de la playa.
–No eres la primera chica a la que Gloria amenaza.
–Ni mucho menos con la que se pelea.–le sonríe Lucas.
–De eso sí que me acuerdo. Me peleé más de una vez con ella.–dijo la figura fantasmagórica de la joven apareciendo y desapareciendo.
–¿Me estás espiando?–dijo Clara a la joven fantasma, que volvió a aparecer y le sonrió.
–No, pero quería ver como tus amigos te miraban con cara de loca.–le respondió volviendo a desaparecer y partiéndose de la risa.
Clara se notó enrojecer de pronto. Y lo peor de todo, era la segunda vez que se le aparecía sin notar su presencia. No obstante, ¿tendría algo que ver Gloria con la muerte de esa chica?
–Quiero decir, es normal que se pelee con las personas si tiene ese carácter.–se apresuró a decir al darse cuenta de que los tres la miraban sin entenderla.
–¿Espiarte?
–Se me ha ido la cabeza y he recordado la escena de una película. Es muy famosa en mi tierra. Si fueseis del sur la habríais entendido.–rio muy nerviosa y cambiando radicalmente de tema.
Obviamente no podía explicar que acababa de hablarle a una muerta.
–Doy fe de ello. Muy pocos pueden verla.–continuó Carolina atreviéndose a hablar y arrepintiéndose en seguida.
Clara se relajó un poco al darse cuenta de que habían pasado de su respuesta. Miguel y Lucas rieron, pero Clara seguía seria y mosqueada con Gloria. Y con el fantasma. Durante unos instantes se detuvo a pensar que Carolina había sonado segura de sí misma, algo extraño en esa tímida joven.
–Tampoco seré la primera en darme cuenta de que Diego es un completo idiota por estar con ella– comentó, medio triste y medio decepcionada.
Miguel y Lucas rieron, aunque a diferencia de la de su amigo, la sonrisa de Miguel era una sonrisa triste.
–Créeme que no lo eres.–dijeron al unísono.
Miguel respiró hondo.
–Anda, vamos a jugar al voleibol.–le dijo mientras le daba unas palmadas en el hombro.
Clara lo miró al tiempo que se percataba de que Lucas abría su mochila y sacaba una pelota con una bandera que desconoció. Nunca se le había dado bien la geografía.
–Venga, anímate y olvídate de esos dos. Diego no es el mismo cuando está con ella.
La chica se levantó deseando pasar de todo.
–¿Tú tienes novio en tu ciudad?–le preguntó Lucas.
–No.–respondió Miguel rápidamente.
Clara lo observó sin saber por qué lo sabía.
–Se lo dijiste a Jaime, ¿recuerdas?
–Es cierto. El día que le pegaste.–rio Lucas.
Incómoda, Clara trató de cambiar de tema.
.¿Y vosotros?
Miguel sonrió.
–Yo ni en sueños. Lo mío no son las relaciones.–explicó Miguel despreocupado.
En cambio, Lucas se mantuvo serio, como si no le sentase muy bien hablar de ese tema.
–Yo tuve una relación increíble.
Clara se le quedó mirando y se percató de que los ojos de Lucas buscaban a Gloria.
–¿Qué pasó?
El chico volvió a reparar en ella.
–Se acabó, tal y como otras muchas cosas en este lugar.–le medio sonrió, pero Clara fue capaz de ver tristeza en sus ojos.– ¡Vamos, a ver cómo te defiendes con el balón!
Lucas le pasó la pelota mientras se apresuraba a seguir a Miguel. Sin querer ahondar en el tema le dirigió una mirada a Carolina y ambas los siguieron divertidas y con ganas de pasárselo bien.
Gracias por leer personitas preciosas!!!!
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Lo que el miedo no pudo silenciar© |TERMINADA|
Novela JuvenilHISTORIA COMPLETA #1 en hermanastros 26/10/18 #5 en misterio y en suspenso 02/09/18 ¿Y si estuvieses destinada a morir incluso antes de nacer? Clara es una joven de quince años que vive en el sur de España. Al borde de la quiebra, su madre Sofía, c...