- París, Francia -
Allarick: Mamá, Papá… les presento a Jenna! Mi novia.
Edward: Mucho gusto Jenna, es un placer conocerte al fin – dijo el padre de Allarick, acercándose a Jenna para besar su mano.
Jenna: El gusto es mío señor Edward!
Edward: Dime solo Ed, ahora eres parte de la familia.
Silvanna: Bienvenida Cariño! Rick ha hablado maravillas acerca de ti, estábamos ansiosos de conocerte! – dijo la madre de Rick acercándose para darle un beso en cada mejilla.
Jenna: Gracias. Muchas gracias!
Rick: Amor, ellos son mis hermanos Damian, Cinthya y ya conoces a Daniel.
Jenna sonrió y dijo: Mucho gusto!
La cena comenzó, los padres de Allarick hacían preguntas a Jenna sobre como era su vida, de manera muy educada preguntaron por _________ y Tayler, y de igual forma, muchos otros temas fueron tratados en la mesa.
Finalmente Rick se levantó de la mesa para servir algo de Bourbon y así, se dispuso a brindar, por la estupenda cena, la compañía y el poder volver a encontrarse con su familia.
Después de un rato, mientras Jenna hablaba con Daniel, Rick se dirigió al estudio a cruzar algunas palabras con su padre.
Edward: Ahora cuéntame como es que Justin está saliendo con la sobrina de tu novia, y resulta que Jeremy es el padre de ella? – dijo encendiendo su pipa y sentándose en un diván del estudio.
Rick respondió: Lo sé, es … extremadamente raro, y poco conveniente, pero hay una solución.. Justin está feliz y no pienso dejar que deje de estarlo. Sabes que es como un hijo para mí, papá.
Edward: Y cuál crees que sea la solución para cuando estás en una relación sentimental con tu propio hermano Allarick?! Justin tiene que saber esto. Te va a odiar si se entera que se lo ocultaste – un poco sobresaltado.
Bien, te contaré todo, cálmate.
Jenna: Es realmente genial lo que haces Daniel.
Daniel: Gracias! El arte es mi pasión Jenna. No hay nada más hermoso que plasmar aquello que piensas en un cuadro.
Jenna: Son bellos en verdad! – sonriente mientras observaba uno de los cuadros de la galería.
Daniel: Haré una exposición en unos días. Le diré a Rick que te traiga.
Jenna: Con gusto vendré! – amable.
Daniel: Aunque realmente no tendrás nada nuevo que ver. Éstos han sido mis últimos cuadros y ni siquiera mis padres y hermanos los han visto. Eres la primera y causé una buena impresión, así que no veo por qué no hacer la exposición. – sonriente y algo coqueto.
Jenna: Emmmm… Gracias?! Si.. creo que iré a ver si Rick ya terminó de hablar con tu padre, estoy algo cansada. – nerviosa.
Daniel: No debes ponerte nerviosa.. Aunque parezca.. No estoy coqueteándote. Es mi forma natural de ser. Ante la belleza de las mujeres, suelo comportarme así. Disculpa si te molesta.
Jenna: No… en absoluto. Con tu permiso – saliendo del lugar.
La casa de la familia de Allarick era en realidad grande. Tuvo que dar unas cuantas vueltas equivocadas para llegar al estudio… y cuando finalmente estuvo frente a la puerta que más se parecía a la de un estudio, el olor a pipa y el oír un nombre en particular, la hicieron confirmar que sí lo era.
Allarick: ________ es una niña muy dulce. Y ha sufrido mucho, merece la felicidad que tiene ahora. Al igual que Justin… y no permitiré que se las arruinen los problemas de los idiotas adultos que tienen a su alrededor.
Edward, hizo a Allarick una seña para que se callara, ya que tras las cortinas de la puerta de madera y vidrio, podía vislumbrarse una silueta, que parecía estar muy interesada en la conversación que se estaba sosteniendo en el interior.
Rick se levantó algo pálido del sillón donde disfrutaba de su wishky, y se acomodó el cuello de la camisa en varias ocasiones antes de salir a dar la cara. Era obvio para él, que quien estaba tras la puerta, era su novia; y después del comentario que habría acabado de escuchar, era más obvio aún que le debía unas cuantas explicaciones.
Su padre lo sacó de sus pensamientos diciéndole algo casi en un susurro:
No creo que haya escuchado mucho… el vidrio es ahora más grueso. Lo cambié hace poco. Relájate – sonriente.
Ambos se dispusieron a Salir del lugar y cuando Jenna sintió que se acercaban, solo se le ocurrió acercarse al gran balcón que había en frente y disimular, observando la maravillosa vista que tenía desde allí.
Allarick y su padre, salieron del estudio, sonrientes; con la típica actitud que podría decirse, un padre y un hijo tienen, después de la primera charla en algunos años.
Rick: Amor… qué haces ahí? – sonriente.
Jenna: Ah? No nada, es realmente espectacular la vista. – amable.
Rick: Si… lo es. Quieres que nos vayamos ahora? – tomándola de la mano.
Jenna: Emm … si, estoy algo cansada.
Edward: Pues, los acompaño a la puerta! – sonriente y guiñándole el ojo a su hijo.
Rick sonrió.
Edward: Rick… piensas llevarte alguno de tus autos? Nadie los usa hace unos 5 meses… Si no los sacas de allí se van a oxidar – soltando una ligera risa.
Rick: No… con el que Daniel me entregó hoy creo que es suficiente.
Daniel: Ya te vas hermano? – saliendo del comedor.
Rick: Si, si Daniel, Jenna está algo cansada y a decir verdad. Yo también lo estoy! Gracias por todo! – acercándose para darle un abrazo.
Daniel: A ti hermano! – con un par de palmadas en la espalda – Emmm.. le dije a Jenna que te diría acerca de mi exposición de la próxima semana. Están cordialmente invitados.
Edward: No habías dicho que la cancelarías? Como es que ahora estás tan seguro de hacerla? – Dirigiéndose a Daniel.
Daniel: La opinión de una bella mujer siempre te da seguridad papá. Buenas noches a ambos. Jenna un placer verte otra vez. Hermano cuídate! Con permiso – saliendo del lugar.
Rick: No temas amor… Siempre es así con las mujeres. Y más las que son bellas, pero no es que esté intentando robarme el amor de mi vida. – guiñando un ojo.
Jenna sonrió y dijo: Señor Edward y ante la mirada inquisitiva de su suegro, se corrigió: Ed! Gracias por todo! Fueron muy amables.
Edward, después de besarle la mano dijo: Un placer conocerte Jenna.
Si… fue un verdadero placer conocerte cariño, estás invitada cuando desees – dijo Silvanna, al tiempo que terminaba de bajar las escaleras.
Jenna: Gracias Silvanna. Eres muy amable. – sonriente.
Finalmente terminaron de despedirse, y antes de que Rick saliera, su padre lo tomó del brazo, no sin antes decirle a Jenna que había olvidado decirle algo, que no demoraría.
Debes decírselo al menos a ella. Y debes decírselo AHORA hijo. Más tarde la puedes perder. Sabes que te apoyo. – finalizando con un abrazo y un par de palmadas en la espalda.
Rick: Lo haré. Nos vemos Papá!
