19

1K 44 4
                                    

-... ¡Alfonso!

Todos no sentimos fatal por él.
Sobre todo, cuando nos pusimos en fila para abrazarlo.
Aún no había asimilado que poco a poco nos iríamos llendo todos, y esto se me hacía duro.
Era el primer concursante en irse, y eso nos dejaba los ánimos por los suelos.
Sin embargo, en el público todo eran caras de alegría porque Sabela se había quedado.
No iba a negarlo, yo también prefería a Sabela, pero sería genial si no se tuviera que ir nadie.

De nuevo, miré al público. Había una niña de unos 11 años que intentaba decirme algo.

Me acerqué sigilosamente a ella, controlando que nadie me viese.

-  ¿Tú y Carlos estáis juntos?- gritó desde abajo del escenario. 

La mire extrañada. ¿Cómo sabía eso la gente? Sobre todo cuando en esta semana apenas nos dirigimos la palabra por culpa de nuestro enfado.

Se lo negué y puso cara de pena.
Volvía a sentarme en mi sitio y miré a Carlos.

- ¿Qué pasa?- dijo.

- Nada.

La Gala siguió su transcurso, pero mi mundo se frenó en cuanto se descubrieron los nominados.

- África y Dave.

En ese momento no sabía como actuar. Dave era mi segundo mayor apoyo dentro de la Academia, mi mejor amigo allí dentro. ¿Qué iba a hacer si se iba?

Carlos notó mi disgusto y se acercó a mi para abrazarme.

- Tranquila.- dijo.- Se va a quedar. Además en la Academia tengo algo que te va a subir el ánimo.

Suspiré.

Al verle sonreír me tranquilicé.
Era cierto que Dave era la alegría de la Academia, seguro que a la gente le encantaba y lo votaban para quedarse.

- ¿Qué es?

- Sorpresa... -dijo sonriendo aún más.

- Dímelo pronto, que odio las sorpresas.

Empezo a reírse y me regaló un abrazo.
Pena que en público no pudiera besarlo, porque si no, ya lo habría echo.

Luego nos fuimos a casa.
Como siempre, el Chat pasó rápido.
Ya nos estábamos acostumbrando a él y, a veces, era hasta gracioso.
Salvo en la parte en la que se despidió Alfonso, que fue bastante dura.

Después nos fuimos a las habitaciones, ya era muy tarde y las cámaras no estaban grabando, así que, cuando todos entraron dentro, Carlos y yo nos quedamos fuera y nada nos podía grabar.
Él me lo había pedido antes de que el Chat comenzase.

Metió la mano en sus bolsillos y sacó condones.

- Me lo ha dado Noemí.- admitió.

- ¿Lo sabe? -pregunté avergonzada.

- Sí. Lo siento.- dijo poniendo carita de pena.

Suspiré y le dije que no pasaba nada. Al fin y al cabo, si no los hubiese pedido, no tendríamos nada para hacerlo.

- ¿Vamos a las duchas?- cuestionó él.

Sonreí.
¿Nunca en OT podríamos hacerlo en un sitio normal?

La casualidad, JulrightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora