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Todos aparecieron corriendo.
El primero al que abracé fue a Dave, hacía tanto que no le veía que no sabía ni como actuar, pero a su lado solo podías dejarte llevar. Fue Carlos la segunda persona que, después, sentí entre mis brazos.

- Ahora no nos están grabando.- me susurró y me besó, pero, al ver mi reacción, siguió hablado.- le dije a Noemí que no grabara nuestro primer abrazo, feliz cumpleaños.- me aclaró.

Yo sonreí y lo abracé todo lo fuerte que pude.

- Tengo un regalo para ti.

- Anda ya!- le dije sarcásticamente, pero al ver su cara, seguí.- ¿en serio?

El asitió y me dijo que no me lo podían dar hasta que saliese.

- Ahora voy a querer saber que es ya.

- Oi, oi, oi.- dijo, para después poner una mueca y revolverme el pelo.- pues lo siento, locuela.

De nuevo le sonreí.
Lo echaba tanto de menos que sentía que tenía que exprimir estar a su lado todo lo que pudiese, pero, vinieron a abrazarme más compañeros. 
Es cierto que los echaba de menos a todos y quería verles, pero prefería pasar todo el tiempo posible con Carlos; aunque, poco tardé en volver a estar a su lado.

- Vienes guapísimo.- le dije cuando ya estaba entre sus brazos.- A ver, a ver, esos pantalones de cuadros...- comenté tocando la tela.- estás más bueno que un queso curao.

- Estás loca perdía tú...-comentó alborotándome el pelo de nuevo.

En ese momento rodeó mi hombro con su brazo. 
Ni yo misma me había dado cuenta de lo mucho que lo echaba de menos, quería pasar el resto de mi vida a su lado, aunque sonase a película.

Él, de pronto, cortó mis pensamientos:

- A ver, pero ¿tú me quieres?- me cuestionó.

- Claro.- le respondí.

- ¿Si o no?

- Que si, tonto.

- Pues toma.- dijo dándome el tapón y yo le pegué débil en la nuca mientras nos reíamos. - lo traje desde casa para ti.- añadió para verme reír de nuevo.

- Bueno... pero no me cambies de tema.- le ordené.- ¿De verdad que no me vas a decir que es mi regalo?- pregunté mirándole a los ojos.

- Aunque lo tuvieras ahora no podrías utilizarlo, así que...

- Dime va, que no te cuesta nada. Va, va...

Se empezó a reír y me dio un pequeño golpe en la nariz.

- Anda exagerá.

- Pues si no me dices eso por lo menos dime como va el fútbol, que llevo mucho sin verlo...- comenté imitando a una niña pequeña.

- Va ganando el Athletico.- soltó irónico, e incluso se le escapó una risa.

- Si hombre...

- Está muy fuerte.

- Yo estoy más fuerte que el Athletico.

- Tonta que eres.- respondió riendo.

De pronto, Noemí nos mandó formar una fila para cantar "Somos", nuestro himno.
Dave se puso entre nosotros, pero durante toda la canción no pudimos parar de mirarnos.
Al terminar, nos mandaron separarnos.

- Venga asquerosos, que mañana os vais a ver toda la tarde para ensayar.

Empezamos a celebrarlo y estuvimos hablando un rato los que estábamos dentro, mientras los expulsados se iban.
¿Cuál sería mi regalo?

La casualidad, JulrightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora