Ya era viernes por la noche. Estábamos aburridos y decidimos ir a la sala de ensayo a poner música. No teníamos una gran amplitud de canciones para escoger, pero en ese momento, tampoco nos inportaba.
Las cámaras ya no grababan.
Yo me acerqué a Carlos y bailamos.
Él sabía como mover las caderas y lo hacía de maravilla, sin embargo, yo no tenía ni idea.
Estuvimos así un rato, pero pronto me dio vergüenza y me alejé.Él me cogió del brazo y me susurró al oído:
- ¿Ninguno de los 16 puede saber lo que tenemos?
- ¿Qué tenemos?- cuestionó ella.
- No lo sé.- sonreí.- Solo sé que es especial.
Sonreí y le acaricié la nuca, iba a besarme pero lo frené.
- ¿Y si se les escapa algo?
- No se les va a escapar.
Lo miré con gesto de duda.
- Por favor, quiero darte un besito.-me dijo poniendo una mueca triste.
Lo miré dudando.
- No sé Carlos... Aún no está nada hablado.
Suspiró también y, después, me agarró de la mano para llevarme a un baño. Fue tirando de mi por toda la Academia hasta que llegamos a nuestro destino.
Una vez allí, me senté en el inodoro y él en el suelo delante mía.
- Dime locuela.-soltó sonriente, mirándome a los ojos.
- Sigo teniendo dudas sobre esto.
- ¿Sobre qué?- preguntó, esta vez, más serio.
- Javi podría vernos dentro de una semana y también mi familia y amigos... y tú y yo...
- No te quiero obligar a nada. Pero Julita, a mi me encantas y no me puedes tener en duda mucho tiempo porque me voy a morir.
- Eres tú muy chantajista, ¿no?- pregunté sonriente.
Me sacó la lengua y me dio un golpecillo en la nariz para hacerme la burla.
- ¿Y qué seríamos?- seguí.
- No sé...
- Para hacer esto necesito que tengas las cosas claras Carlos, no puedo hacerle esto a Javi si tú no sabes lo que quieres.
- Lo tengo claro.
Suspiré. Era tan difícil intentarlo con cámaras grabando cada gesto nuestro.
Recordé uno de los primeros momentos que pasamos juntos en la Academia, él persiguiéndome porque le había dicho que no era de los más guapos.
Desde el principio teníamos una conexión increíble.Empecé a sonreír.
- ¿Qué te pasa, locuela?
- Nada...-dije y lo miré a los ojos.
Me gustaba mucho este chico.
- Podemos intentarlo. Pero no quiero que nadie se entere por ahora.
Aceptó y me besó en los labios.
- ¿Entonces ahora eres mi novia?
- Si me lo pides así... -dije haciendo una pausa dramática.- No.
- Ah vale...- dijo y me sonrió juguetón.

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La casualidad, Julright
Fiksi PenggemarNo había alternativa, teníamos que enamorarnos.