La casualidad, Julright

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Pronto nos íbamos a reunir los 16 otra vez para hacer uno de nuestros últimos conciertos de la gira.
Habíamos decidido que en el concierto final haríamos una fiesta como el FiestOT, con toda la gente que había acudido al ya nombrado.

- ¿En qué andas pensando, leona?- me preguntó Carlos, aún tumbado, al verme desconcentrada mirando al techo.

- En la gira.

- Si es que no descansas, tol día con la gira para aquí, la gira para allá.

- Qué tonto.- le dije, de broma, entre risas.

El se tumbó encima de mi y me besó.

- ¿Ya eres mi novia otra vez?- me preguntó poniendo cara de triste.

- Yo me esperaba que me lo pidieras encima de un caballo y con un ramo de rosas.- comenté gesticulando todas las palabras que decía.- pero bueno... vale.- acepté fingiendo no estar convencida, aunque no tenía ninguna duda.

Él comenzó a reírse y me besó de nuevo en los labios.

- Y luego dices que yo soy el tonto- susurró y se volvió a tumbar boca arriba a mi lado.- bueno... tendremos que levantarnos, ¿no?

- No, Carlos.- le dije- un poco más.

Me apoyé en su pecho y él me abrazó.

- Estás como una reina.

Me reí ante su comentario.

- Hazme cosas buenas, Carlos.- le pedí.

- Ya te hago.

- Más cosas.- le susurré mientras él acariciaba cada parte de mi cuerpo.

- Tú pide por esa boquita.- comentó de broma y yo no pude evitar una carcajada.

- ¿Qué dices, tonto?

Él ignoró mi pregunta y siguió mimándome como yo le había pedido.

- Te quiero.- le dije.

- ¿De verdad?

- Claro.

- Pero, de verdad ¿eh?

- Si.- afirmé rotundamente.

- Yo te quiero más.- comentó y se volvió a tumbar encima de mi cuerpo.

Comenzó a besarme el cuello y luego, poco a poco, descendió por mi pecho.
Eso se había convertido en el inicio, de lo que sería nuestra primera vez desde que habíamos vuelto.
Y los dos teníamos muchísimas ganas.