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Dave y yo estábamos sentados en el sofá.
Después de Carlos, era mi mayor apoyo dentro de la Academia.
Nos alegraba los días a todos con sus chistes y sus tonterías.
Ahora estaba haciédose pasar por Palmera, un personaje que había creado él mismo y que nos hacía muchísima gracia a todos los concursantes.

- ¿Y ves Operación Triunfo? -le pregunté a "Palmera".

- No mucho, veo así alguna galita, por el presentador, -afirmó mirándome pícaramente.- pero no mucho. Porque claro, tú no sabes si el Roberto ese tiene novia, ¿verdad?

- Me parece que no.

- ¡Uy! ¡Pues que bien! Le voy a dar un repasillo al Leal.- comentó guiñándome el ojo.

Me empecé a reír escandalosamente.
Dave era increíble.

Poco tiempo pasó hasta que el resto de los compañeros se unieron a nosotros para preguntarle cosas a Dave.
Carlos se había sentado a mi lado, yo estaba apoyada en su pecho, como lo hacía casi siempre.

- Pues Palmera, hoy, supuestamente celebramos el cumpleaños de Mamen.- le informó María.- espero que nos traigas alcohol o algo, ¿eh?

- Te voy a traer una cosa que te va a dejar loca. Bueno, bueno... ¡no te lo vas a creer!

En ese momento sacaron la cena, María fue casii corriendo a mirar que nos tocaba hoy.

- ¡PIZZA! ¡PIZZA!- empezó a gritar sin parar.

Carlos se levantó de golpe, dejándome caer al sofá y fue corriendo y gritando a por la pizza.

María seguía gritando "¡PIZZA!" cuando llegué allí.
Me hacía mucha gracia esa chica.

- Ahora es cuando, de pronto, sacan cervezas.- dije con un tono, aunque sarcástico, un poco esperanzado.
A los dos minutos vemos unas latas salir.

- Ahora no hagáis una apología del alcohol aquí. -se escucho por megafonía.- ¡y a disfrutar a costa de Mamen asquerosos! -gritó Noe.

Empecé a contar los trozos de pizza para decidir cuántos le tocaban a cada uno.

- Hay 96 trozos de pizza, ¿entre 16?

Nadie me hizo caso.

- ¿96 entre 16? ¿96 entre 16?- fui diciendo por ahí.

- 6 creo.- me respondió Miki.

Y pronto comenzó la fiesta de cumpleaños de Mamen, aunque ella ni siquiera estaba allí, y menos mal, porque la fiesta se nos fue de las manos.

La casualidad, JulrightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora