17 (Narra Carlos)

992 53 1
                                    

- No tenemos nada que hablar.- le respondí mirándole a los ojos.- si querías a Javi no sé ni porqué te acercaste a mi.

Seguía mirándola, aunque ella tenía los ojos cerrados, parecía agobiada.
Pronto volvió a abrirlos y se acercó a mi.

- Carlos, dije eso porque estaba llorando y tenía que poner una excusa. -dijo exhausta. - a mi me gustas de verdad. Yo no te iba a traicionar como hiciste tú.

Y tras esto, se dio la vuelta y se fue.
Y me quedé ahí de pié, en mi soledad.

Me sentí fatal. Todo este tiempo había estado sin siquiera mirarla y ella no había hecho nada.
La había hecho sentir fatal, cuando era yo quién tendría que sentirse mal.
Ella era la que debería estar enfadada, y no yo.

Me dirigí hacia el comedor y vi a Julia en la terraza, sola.
Así que decidí entrar.

Estaba tocando en la guitarra y cantando una canción que yo nunca había escuchado. Era preciosa, la letra que había podido escuchar era muy significativa.
Cuando me vio entrar paró y cerró su libreta.

Me senté a su lado y nos miramos a los ojos, por un momento todo lo que había pasado esos desapareció y solo sonreíamos. Era preciosa.

- ¿Qué cantabas? -pregunté obviando nuestro enfado.

- Una canción que he compuesto.

La miré sorprendido. Había hecho una canción, con todo lo que estaba pasando. Era increíble su capacidad para sacar cosas tan bonitas en los peores momentos.

- ¿Me la vas a cantar?

- Hoy no.-respondió mirándome con una expresión que parecía pena.

Suspiré.

- Lo siento.- le dije en un susurro casi inaudible.

Negó con la cabeza y se recostó en el sofá.

- La canción va sobre un chico...-empezó a cotarme ignorando lo anterior.- ...un chico que es un tonto. Y que me vuelve loca.

- Locuela ya eres tú sola.-contesté alborotándole el pelo.

Y tras esto, nos fundimos en un abrazo.
Estuvimos así un rato, olvidándonos de todo, y al soltarnos seguimos hablando.

- ¿Y cómo se llama la canción?-cuestioné.

- La casualidad.

- Me gusta.- admití y sonrió.- espero que se la cantes pronto al chico.

- Yo también lo espero.-dijo ella.

- ¿Y a mi cuándo?

- Cuando se de la casualidad.

- Anda ya, casualidad ni casualidad.

Empezó a reírse y me dio otro abrazo.

- Anda, vamos a cama.-ordenó ella.- o si no mañana no tendrás energía y te desmayarás por lo bien que canto.

La casualidad, JulrightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora