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Me limpié la cara mientras Carlos me observaba apoyado en la pared, riéndose de mi.

Me giré y lo miré mal, pero al ver su sonrisa, cambié mi expresión

- Aún te queda algo aquí.-soltó señalándome la boca.

- Anda exagerao! Pues ven y quítamelo.-lo reté.

- Delante de las cámaras no Julita, que luego la liamos.- contestó en tono irónico para confundir al público.

- Mira que eres tonto...- le dije y me quité los restos de pasta que aún me quedaban.

Fuimos hasta la terraza y nos sentamos a la luz del sol, pues, aún no teníamos nada que hacer.
Nos colocamos en las sillas y comenzamos a hablar de temas triviales.
Entre silencios, Carlos hacía distintas bromas.

- Se ha quedado una buena mañana para ir a hacer footing.- comentó.

- Pues venga, coge la chaqueta y vamos. Va, va.- respondí y comenzamos a reirnos.

- Si es que estás locuela perdía.- dijo él.

- Anda ya!

En ese intante, Carlos extendió el brazo y acercó mi silla a la suya, de modo que estuviésemos más cerca el uno del otro.
Los rayos de sol, aún sinendo pocos, calentaban muchísimo, así que, me quité la sudadera que llevaba puesta.

- Qué calor hace aquí, ¿no?- comentó Carlos observando como me desprendía de ella.

Reí ante su tontería y, al frenar mi carcajada, pude contemplar como me miraba a los ojos con una sonrisa de oreja a oreja.

- Me gusta tu risa.

- Pero si es feísima.- admití.

- ¿Qué dices, tonta?- soltó.- Julia Medina no tiene nada feo.

Sonreí.

Me empezó a revolver el pelo y yo le aparté su mano, sin darnos cuenta, nuestras caras habían quedado muy cerca.
Él me abrazó y empezó a darme besos en la frente.

- Te quiero muchísimo, de verdad.- me dijo al oído.

- Y yo a ti gordi.- le respondí.

Y es que, estaba tan enamorada de él, que se me hacía inefable el sentimiento, solo sabía, que jamás había amado a alguien así y que jamás volvería a querer tanto a alguien como a él.

La casualidad, JulrightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora