Julia entró en la Academia ya de noche, cuando solo yo estaba en el sofá, esperando su llegada, mientras el resto dormían.
La vi llegar desaliñada, cabizbaja y con el maquillaje corrido.
Me levanté nada más verla y fui a abrazarla, poco tardó en separarse de mi, pues, esta vez, quería hablar conmigo.
- Voy a seguir aquí.- me informó. - No sé como voy a superar esto pero voy a seguir aquí.
- Es tu sueño, no quiero que lo pierdas por esto.
Me sonrió como pudo y nos quedamos abrazados en el sofá. Estuvimos así un rato hasta que decidimos ir a dormir.
Me tumbé con ella en cama y pasó tiempo hasta que por fin consiguió pegar ojo, pero, esa noche tuvo repetidas pesadillas que la despertaban todo el tiempo.
- Estoy a tu lado. -le dije la última vez que se despertó.
Se calmó e intentó dormir de nuevo.
Ella misma sabía que superar esto iba a der difícil y, que nunca lo iba superar del todo.
Pero se demostraba a sí misma lo fuerte que era consiguiendo hacerlo. Era toda una campeona.
De nuevo, la misma pesadilla la despertó.
- Mañana pediremos pastillas para dormir. -le susurré al oído.
Asintió.
- Me han puesto un psicólogo. -informó. - a mi y a todos, para disimular.
- Ya verás como luego te encuentras mejor.
Ella sonrió e intentó volver a dormir.
Esta vez no se despertó hasta que la música sonó.
Los dos estábamos muy candados, ninguno había dormido mucho, pero esta noche, con las pastillas, iba a ser diferente.
Fuimos a desayunar y Noemí nos sentó en el sofá para informarnos de que iba a ponernos un psicólogo por se acaso queríamos ir.
Todos aplaudimos.
La Gala era mañana y estábamos atacados, a lo mejor muchos lo iban a necesitar.
