45

734 36 1
                                        

Me metí en el autobús, íbamos ya hacia las firmas.
Me había tocado con Sabela y Natalia, con la primera me llevaba súper bien desde el principio de la edición y también me caía genial Natalia por la actuación que habíamos hecho juntas, así que, a pesar de que no me había tocado con mi novio o con Noelia, estaba muy contenta con mis compañeras.

Llegamos al espacio correspondiente y vimos a una masa enorme de gente. Había una cola larguísima, parecían incluso 1000 personas, o quizás hasta más.
Estábamos súper ilusionadas, nunca imaginamos que tanta gente fuera a hacer una cola tan larga solo por vernos unos segundos.

Al llegar, tanto Sabela como Natalia vieron a sus parejas y familiares, y por suerte, Javi no vino. Solo mi tío estaba allí, cosa que me encantaba, porque lo adoraba, pero echaba en falta al resto de mi familia.
No le di mucha importancia, seguramente no podrían haber venido por algún motivo en concreto; falta de vehículo, trabajo, o alguna tontería... Pero si me gustaría haber podido abrazar a mi madre o amigos.
De todos modos, fue poco el tiempo que nos permitieron estar con ellos, ya que, al poco rato, nos mandaron ir a la mesa donde íbamos a firmar.

Mucha gente me dijo que me quería, cosa que me encantaba pero me impresionaba a la vez. Algunos me mencionaron de pasada mi relación con Carlos.
No me sorprendía, suponía que lo sabían por algunas cosas que el público gritaba de vez en cuando.
Pero hubo un momento con una chica, que me dejó petrificada.

- Tu novio está en Canadá y tú ahí, follando en la Academia con el tío ese. Lo has perdido para siempre. Espero que te merezca la pena haberte follado al Carlos.

En ese momento, mi corazón dejó de latir por un instante.
¿Sería eso cierto? ¿Estaría la prensa hablando de la huída de mi novio a Canadá y de como mantenía relaciones sexuales con Carlos? ¿Sabría la gente lo que hacíamos en la Academia?

Seguí firmando como pude y llegué a casa devastada. Necesitaba un abrazo de Carlos y hablar las cosas con él.

La casualidad, JulrightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora