Cogí mis maletas, ya era hora de comenzar la gira. Íbamos a comenzar por lo alto, en el Wizink Center de Madrid.
Realmente estaba muy emocionada y, no solo por la gira en sí, si no porque, por fin, podría reunirme con todos mis compañeros de nuevo, sobre todo, con Carlos.Él aún no sabía nada de lo que había pasado, yo misma había decidido que la mejor opción era contárselo en persona, además, él y yo habíamos decidido alquilar un piso en Barcelona durante todo el tiempo que durara la gira. Así, podríamos vernos más, ya que, hasta ahora, habíamos tenido durante casi dos meses, una relación a distancia.
De hecho, ya teníamos incluso el piso escogido, era pequeño, pero no necésitabamos mucho, de todos modos, era provisional.Durante todo el camino fui escuchando en Spotify canciones que habíamos cantado en OT, eso me subía mucho el ánimo y las ganas de empezar ya.
El camino se me hizo largo y, cuando llegué a Madrid, subí al piso que Carlos y yo habíamos alquilado.
Él aún no había llegado.Empecé a colocar algunas de mis cosas en el armario y estanterías de la habitación.
Decidí, mientras él no llegaba, bajar al supermercado más cercano a comprar algo para comer, pues, aunque había bastante riesgo de que la gente me reconociese, estaba muy cerca de casa.
Cumplí mi cometido y, tuve la suerte, de que nadie me viese.
Aunque era muy feliz con mi nueva vida, sí echaba de menos poder hacer ciertas cosas como ir a comprar el pan sin miedo a que un tumulto de gente se formase por sacarse fotos conmigo.Abrí la puerta y, para mi sorpresa, Carlos ya estaba dentro.
Me lancé corriendo a sus brazos, que me levantaron en aire y nos fundimos en un beso.- Hay que ver cuánto me has echado de menos...- dijo al separarse de mi.
- ¿Qué dices, chiquillo? Si eres tú el que no puedes vivir sin mi.
Empezamos a reírnos y, de nuevo, nos fundimos en un beso.
- Tienes razón.- me susurró.- no puedo.