Estaba sola en el salón, con el único acompañamiento de mi guitarra.
Era un momento de paz cuando componía de noche allí dentro.
La puerta de OT se abrió y se acercó un chico, no sabía quien era.
- Hola.- dijo este.
Era alto y bastante fuerte, parecía mayor, de unos 40 o 50 años, nunca lo había visto.
- Hola.
- Tranquila, soy del equipo. -argumentó al verme un poco nerviosa.
Asentí y seguí a lo mío. No sabía que hacía allí, pero seguramente nada que tuviera que ver conmigo.
Eso es lo que pensaba hasta que se sentó a mi lado en el sofá.
- ¿Qué compones?
- ¿Perdona? -respondí.
Estaba flipando con que me hablara alguien del exterior, y más con que se acercara por la noche solo para preguntarme sobre lo que estaba haciendo.
- Te he visto desde las cámaras... ¿qué haces aquí tan sola componiendo?
No sabía quien era ese señor, pero me estaba empezando a poner nerviosa. No sabía qué hacer y cómo actuar.
- ¿Quién eres?- le pregunté.
- Ya te lo he dicho, formo parte del equipo de OT.
- ¿Y qué haces aquí?
- ¿Por qué no debería estar aquí?- dijo acercándose más a mi.
Mi corazón empezó a latir muy fuerte. Me sudaban las manos y tenía un miedo total.
¿Qué podía hacer? ¿Gritar? ¿Salir corriendo?
Estaba paralizada del miedo, empecé a hiperventilar, él mismo sabía que me lo estaba haciendo pasar mal. Pero le daba igual.
- Tranquila Julita... Estoy preocupado por ti... -inquirió acariciándome la cara. -te veo rendir poco, y yo sé como ayudarte.
Me aparté de él.
- Pare, por favor. -fue lo único que pude decir en el momento.
Se acercó a mi de nuevo y me tocó la rodilla. Luego, vino hacia a mi cara e intentó besarme.
- No quiero hacer nada con usted.
Me sentía atacada de nervios, empecé a gritar y él me tapó la boca.
- No me gustaría tener que golpearte Julia...-me miró a los ojos y sonrió.- no sabes cómo me pones...
