Capítulo 30

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Berlín, Julio del 2024.

Era increíble cómo se podía pasar por varios estados de ánimo y emociones en tan sólo unas horas. Primero, se sintió tranquilo y libre al dejar las gafas de Edith con Quentin Beck.

Segundo, se sintió algo decepcionado cuando llegó al lujoso hotel de Praga y Ned le contó que el viaje se canceló debido a los monstruos Elementales que aparecían todo el tiempo.

Tercero, se sintió estupefacto cuando el señor Harrington lo abrazó al notar que no estaba muerto. Sus amigos actuaban como si nada, Betty llamaba a Ned, Flash transmitía en vivo y MJ lamentaba no ir a París.

Cuarto, cuando al fin se llenó de valor para invitar a Michelle a recorrer la ciudad, quedó emocionado y muy feliz de que la chica aceptara pasear juntos por las nocturnas calles de Praga.

Quinto, se sintió nervioso cuando llegó el momento de confesar sus sentimientos, sin embargo, fue interrumpido por la misma MJ diciendo que sabía que él era Spiderman.

Eso lo llevaba a una sexta y séptima emoción, sorpresa y decepción, respectivamente. Sorpresa al notar lo descuidado que fue con su identidad secreta y lo inteligente que era su amiga, pues lo descubrió ella sola.

Por otro lado, volvía a sentirse decepcionado porque MJ sólo lo observaba por unas sospechas. Al parecer Michelle Jones no tenía un interés real en él, sólo quería confirmar su identidad secreta como el héroe arácnido.

No obstante sus emociones no quedaron ahí, se sintió desconcertado cuando MJ dijo que Susanne creía que era prostituto y más confundido estaba cuando su amiga le mostró una especie de proyector muy avanzado con la red de Spiderman.

Examinando aquel objeto sintió su sangre congelarse y sentirse completamente pálido al notar el grave error que cometió. Misterio era un farsante y él había dejado las gafas de Edith en su poder, debía hacer algo pronto.

Tuvo que admitir su identidad secreta para volver al hotel rápidamente y explicar lo sucedido a MJ y a Ned. Planeando su siguiente movimiento fue que terminó en Berlín para advertir a Nick Fury en la Europol.

No se arriesgó a usar su celular, pues Beck podía interceptar fácilmente su teléfono con ayuda de Edith. Por esa razón ahora mismo se encontraba buscando a Nick Fury a la antigua, preguntando direcciones a la gente.

— Disculpe — Vestido con su traje de Mono Nocturno se acercó a una señora — Sabe dónde... — Pero la señora se espantó.

— Mono Nocturno — Gritó antes de salir corriendo.

— No, espere yo... — Intentó explicarse — Ah, no es cierto — Suspiró frustrado.

Se volteó para continuar caminando y averiguar la ubicación de la Europol, sin embargo no fue necesario dar un paso más porque un automóvil negro se cruzó en su camino y al bajar la ventanilla Nick Fury estaba ahí.

— Señor Fury — Exclamó aliviado una vez en el auto.

— Espera hasta que sea seguro — Mencionó mientras conducía.

Peter esperó pero el mayor hizo una seña para que se pusiera el cinturón de seguridad, lamentablemente usó tanta fuerza que el cinturón se rompió. No hablaron nada más hasta llegar a un lugar más fehaciente.

— Y? Tienes algo que contarnos de tu novia? — Preguntó Fury al llegar a una especie de oficina en la Europol.

— Está hablando de Edith — Aclaró María Hill.

— Ya sé, me equivoqué y lo siento, pero él no es quién creen que es. Beck nos mintió, Misterio, los Elementales, todo es falso. Tiene una tecnología de ilusiones, así los engañó a ustedes y me engañó a mí para darle a Edith — Explicó antes de depositar el proyector en la mesa — Es un proyector, se lo arranqué al monstruo de fuego en Praga — Continuó.

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