Capítulo 74

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Nueva York, Febrero del 2037.

Lila concluyó sus estudios en la Universidad de Nashville, graduándose de Psicopedagogía el año pasado y ahora se mudaba a la capital para trabajar o más bien para estar más cerca de su novio, ya que podía conseguir empleo en cualquier ciudad.

Gracias a las clases adelantadas de Henry, su novio pronto se graduaría de ingeniero electromecánico tomando su puesto en la Torre SPIT, por lo que si ambos trabajaban en Nueva York sería más próspero para la relación que mantenían.

La noticia no le cayó muy bien a sus progenitores, su madre tenía la ilusión de que aceptara quedarse una temporada en casa antes de meterse de lleno al mundo laboral y su padre esperaba que consiguiera un empleo cerca de Misuri.

Sus padres comenzaban a ponerse nostálgicos ya que Nathaniel pronto terminaría la preparatoria y ambos quedarían solos en Misuri. Sin embargo, Lila no estaba muy segura, pues su hermano no tenía la más mínima idea de qué estudiar.

Había conseguido rentar un departamento en Brooklyn a un precio razonable y obtuvo un buen empleo como psicopedagoga de una escuela primaria en la misma localidad, por lo que no debía preocuparse del transporte diario hasta su lugar de trabajo.

Adoraba su empleo, a diario tenía que lidiar con niños con capacidades diferentes, alumnos con cualidades únicas o chicos más rebeldes que simplemente tenían algún tipo de problema en casa o algo más que dificulta su aprendizaje.

— Bien, eso es esto por hoy Derek — Sonrió al niño.

El chico asintió sin mirarla a los ojos y sólo hizo un gesto con la mano para despedirse antes de salir de la oficina. Derek era un niño de siete años que tenía síndrome de asperger recién diagnosticado, uno de los tantos trastorno del espectro autista.

No culpaba a los padres por no haberlo notado antes, ya que la condición era difícil de notar a simple vista. El comportamiento de los niños y sus habilidades sociales son la clave para diagnosticar síndromes como estos y la escuela era el lugar indicado.

Lila había comenzado a trabajar con Derek desde hace un par de semanas, al principio fue difícil hablar con él, pero con el pasar de los días el niño se había acostumbrado a charlar unos minutos, pues los chicos con asperger adoraban establecer rutinas.

Cada niño tenía un interés y motivación diferente, Lila al fin había logrado descubrir cuál era el principal interés de Derek, los animales, por lo que debía utilizar ese punto a favor para captar su atención, incentivarlo y ayudarlo a completar sus estudios básicos.

Había quedado con la maestra de literatura para incluir textos de animales en las clases del niño esperando lograr algún avance. Suspiró mirando la hora, ya debía marcharse, tenía que ir al aeropuerto para recoger a su novio, padres y hermano menor.

Henry volvía para celebrar su cumpleaños y Nathaniel no se perdería la fiesta de Howard por nada en el mundo. Al llegar al aeropuerto sonrió al ver a su novio, no dudó en besarlo y sólo se separaron cuando escucharon unos leves carraspeos de garganta.

— A mí también me alegra verte — Comentó su padre algo ofendido.

Saludó a su familia y pasaron un par de minutos antes de que sus suegros y cuñado llegaran para recoger a Henry. Su novio la invitó a la residencia de los Stark y aceptó acompañarlos sólo porque al día siguiente era sábado, no tenía que trabajar.

Los gemelos cumplían veintiuno y dieciséis años este lunes, pero dado a que era día de trabajo, escuela o universidad, quisieron celebrarlo ese mismo fin de semana. Al llegar a la casa Stark una alpaca los esperaba acostada en el jardín.

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