Capítulo 79

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Nueva York, Enero del 2039.

Henry Jonathan Pym
(1940 - 2038)

Querido esposo, padre, suegro, abuelo y bisabuelo.

María suspiró limpiando una lágrima de su mejilla y dejó las flores en la lápida de su abuelo. Apoyándose en el brazo de Peter caminó lentamente hasta la salida del cementerio de Manhattan.

— Estás bien? — Preguntó el castaño ayudándola a sentarse en el asiento de copiloto del vehículo.

— Estoy bien, Pet — Contestó dejando que su esposo le ayudara a abrochar su cinturón.

Estaba cansada. Estaba cansada de cargar con una enorme panza de ocho meses a todas partes y estaba cansada de las atenciones o las preguntas que Peter le hacía a cada minuto del día.

Pensar en lo sucedido en el último mes la invadía de tristeza, su abuelo no alcanzó a conocer a su bisnieto, tampoco alcanzó a celebrar otro año nuevo en familia y lo único bueno que tenía de él eran los recuerdos.

— No te preocupes — Murmuró Peter sin dejar de conducir.

— No dije nada — Mencionó.

— Pero te conozco, sé lo que estás pensando, sé que extrañas a Hank — Susurró deteniéndose en un semáforo en rojo.

— Me apena que no conocerá a Richard — Suspiró.

— Lo hará, desde allá arriba lo verá crecer — El castaño señaló al cielo antes de poner en marcha el vehículo al ver la luz verde — Ahora Hank debe estar con los demás haciendo una fiesta, celebrará con tu abuelo Howard, tu abuela María, Rose, mi madre, mi padre y mi tío Ben — Sonrió.

María correspondió la sonrisa e imaginó por un instante que el paraíso de verdad existía. Ese lugar de reencuentros donde algunas religiones solían decir que iban las almas de los fallecidos, un lugar tranquilo lleno de paz y felicidad.

Durante la tarde todos se reunieron en la residencia Stark para la lectura del testamento de Hank Pym. María no esperaba grandes cosas materiales de parte de su abuelo, ya era suficiente con los recuerdos que había dejado en su memoria.

— Bien — El abogado llamó la atención — Comencemos con la lectura del testamento de Henry Jonathan Pym, más conocido como Hank — Agregó leyendo los documentos.

El licenciado en leyes estaba sentado en la cabecera del comedor, mientras que sus padres escuchaban atentos al lado izquierdo de este y los gemelos del lado derecho. La abuela Janet estaba ubicada al otro extremo de la mesa.

María por su parte decidió escuchar la lectura desde la comodidad del sofá junto a Peter, pues no quería levantarse y caminar hasta el comedor, sus pies hinchados dolían y su panza al igual que las sillas eran una completa molestia.

— Yo Henry Jonathan "Hank" Pym en pleno uso de mis facultades mentales por medio de este documento declaro que todo el dinero de mi cuenta bancaria será para mi esposa Janet Van Dyne — El abogado detuvo la lectura para entregar un sobre a su abuela.

— Hank tenía dinero? — Bromeó papá.

— Shhh — Mamá frunció el ceño y lo hizo callar.

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