Capítulo 33

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Nueva York, Julio del 2024.

Hace un par de días que habían llegado a casa luego de lo ocurrido en Europa y María no dejaba de ser un mar de llantos en su habitación. Sus padres la habían regañado por horas antes de sentenciar su horrible castigo por un tiempo indefinido.

No podía utilizar su teléfono móvil, ni su computadora, ni hablar con Tadashi, toda su armadura de Iron Rescue junto a sus gafas fueron confiscadas. Sus abuelos eran los únicos que hablaron tranquilamente con ella, porque la mayoría de los adultos sólo reprochaban sus acciones.

Sin dejar de llorar apretó contra su pecho aquel collar de crisantemo blanco hecho de vidrio que Peter le dió aquella tarde en Londres después de despedirse para volver a Nueva York con el resto de su clase, no podía creer que su amigo tuviera novia.

— Cariño, me estás preocupando — Mamá se asomó por la puerta de la habitación — No has dejado de llorar desde que llegaste. Sucedió algo más allá en Londres? Sabes que puedes decirme lo que quieras — Dijo suavizando su voz y tomando asiento en la cama.

María no respondió, ocultó el collar de vidrio bajo su almohada y trató de detener su llanto pero unos temblorosos hipidos escaparon de sus labios impidiéndole hablar con claridad. Su madre no insistió, solamente se dedicó a acariciar su espalda y sus cabellos.

— Casi me das un susto de muerte cuando Happy llamó diciendo que te escapaste para ir a Europa — Comentó sin dejar de brindar caricias — Me moriría si algo malo te pasara, pero siempre te digo que hay que ver el lado bueno de las cosas... Lograste lo que yo no logré en meses... Tu padre finalmente salió sin la necesidad de ocultarse, es más, hasta volvió a usar sus trajes de Iron Man sólo por ti — Dijo entre risas, mamá se oía feliz.

— E-Entonces, pu-puedo ir a San F-Francisco? — Intentó preguntar.

— Eso sería como un premio así que la respuesta es no, María — Contestó mamá provocando que nuevos sollozos escaparan de su garganta — Sucedió algo más en Londres? Algo que te perturbó? Si quieres no me cuentes, pero al menos háblalo con tu padre o tus abuelos — Pidió, en verdad sonaba preocupada.

— Ví a Quentin Beck morir — Susurró.

— Cariño — Susurró mamá tomándola de sus hombros para envolverla en un abrazo.

— El sujeto estaba loco — Murmuró.

— No pienses en él... Puedo conseguir un psicólogo si quieres — Propuso.

— No, estaré bien — Negó.

— Segura? Hay algo más, verdad? — A veces odiaba que su madre fuera tan perspicaz y lo peor es que no tenía ganas de mentir.

— Pe-Peter — Hipó cuando las ganas de llorar la atacaron una vez más.

— Tranquila, no te esfuerce — Consoló retomando las caricias.

— Pe-Peter tiene no-novia — Trató de explicar.

— Oh... Entonces... Esto es por Peter... Lágrimas por un corazón roto — Murmuró suavemente.

María se tensó ante ese murmullo, jamás había comentado sus sentimientos por Peter con sus padres o abuelos. Los únicos con los que había tenido la confianza para confesar algo como eso eran sus amigos Cassie y Harley.

También estaba Cooper que aunque no se lo había confirmado, lo sospechaba. Sin embargo, parecía que su madre igual sospechaba, porque no había preguntado si sus lágrimas eran por un corazón roto, lo había afirmado en un tono suave y tranquilo.

— Te conozco más de lo que creés — Susurró mamá respondiendo sus dudas y apretando más el abrazo.

No pudo aguantar más y se rompió nuevamente en los brazos de su madre sacando todo el llanto contenido o lo que quedaba de él. Mamá no la juzgó y tampoco hizo más preguntas, simplemente la dejó desahogar toda la pena que embargaba su corazón.

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