Capítulo 52

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Nueva York, Agosto del 2030.

Cassie había enviado currículum a todas las emisoras de radio y televisión que existían en la capital, a todos los periódicos que conocía, pero por el momento no había tenido suerte en conseguir un empleo y sus ánimos estaban decayendo cada vez más.

— Largo de aquí, estás despedido — Gritó el dueño del periódico de Daily Bugle.

— Váyase al diablo — Respondió el ahora despedido periodista.

Cassie dejó una copia de su currículum en el escritorio de la secretaria y procedió a abandonar rápidamente la editorial de periódico Daily Bugle. Al salir pudo reconocer al reciente desempleado como Edward Brock, su ex compañero de clases en Stanford.

— Eddie? — Llamó su atención.

— Cassie? Hola. Qué haces aquí? — Preguntó desanimado y apenado por la situación en la que se encontraron.

— Estoy buscando empleo — Respondió.

— Si tienes suerte te llamarán por la vacante que acabo de dejar, aunque te advierto que ese tipo es de lo peor — Suspiró.

— Lo sé, un amigo trabajaba como fotógrafo aquí — Hizo una pausa para suspirar — Pero a estas alturas estoy desesperada, cualquier empleo sirve — Se resignó.

— Es verdad, no sé qué voy a hacer si no pago la renta de este mes — Murmuró.

Cassie hizo una mueca y deseó poder ayudarlo de alguna forma, lamentablemente no podía hacer nada por él, pues si no fuera por Harley tal vez se encontraría en la misma situación que Eddie, sin trabajo, sin un lugar donde vivir o donde cocinar para alimentarse.

— Ven te invito un café — Intentó animarlo.

— Tengo novia, así que olvídate de mí — Advirtió con un amago de sonrisa.

— Yo también tengo novio. Te estoy invitando como amiga, idiota — Mencionó riendo.

Eddie aceptó la invitación y decidieron dirigirse a una cafetería que estaba apenas a unas calles de la editorial Daily Bugle. Desafortunadamente perdió la noción del tiempo, no se dió cuenta de la hora hasta que el anochecer llegó y la voz enfadada de su novio la desconcertó.

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Nueva York, Agosto del 2030.

— Cómo está Henry? — Preguntó Harley preocupado por el niño al que consideraba un hermano.

— Como siempre, callado y encerrado en su cuarto — Suspiró Tony.

— No te ha contado nada sobre lo que pasó el otro día con la chica? — Preguntó esta vez.

— Te refieres a esa mocosa que se atrevió a despreciar los intentos de mi hijo — Refunfuñó.

— No le digas que te conté — Suplicó — No quiero perder la confianza de Henry — Espetó.

— Ya la perdiste, a ningún adolescente le gusta que estén ventilando sus problemas — Se encogió de hombros.

— Tu me pediste una buena razón por la cual llegué tarde a la reunión y yo te la dí — Imitó el gesto de su jefe y se encogió de hombros también.

Tony se sumió en sus pensamientos tal vez pensando en qué hacer con Henry, era obvio que cómo padre no le gustaba ver a su hijo triste y desanimado por los dichos de un grupo de niñas, pero tampoco podía llegar y abordar el tema de la nada.

— No puedo ayudarlo si no me pide ayuda, creo que lo mejor sería confiar en él y dejarlo solo, pero... — Divagó Tony — Me da miedo pensar que entrará en depresión o algo así, Henry siempre ha sido tan sensible. Tal vez debería decirle a Hope — Suspiró.

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