Capítulo 31

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Broek Op Langedijk, Julio del 2024.

María divisó a Peter a la distancia mientras se acercaba hacia él con sigilo. Se veía tan solo, asustado y vulnerable que por un instante se preguntó dónde estaba aquel chico fuerte, alegre y optimista que tanto le gustaba.

Había rastreado a su amigo hasta Berlín, Alemania. Para su mala suerte llegó tarde, el teléfono de Peter yacía destruido en el suelo y por un momento perdió totalmente la ubicación de su amigo.

Sin embargo, gracias a Tadashi pudo encontrarlo otra vez. Su inteligencia artificial registró la aparición de uno de los héroes que derrotaron al monstruo de Praga. El Mono Nocturno fue encontrado en una estación de tren y era toda una primicia en Holanda.

Con la esperanza de que aquel héroe de Praga le diera una pista sobre el paradero de Peter, llegó hasta Broek Op Langedijk dónde finalmente pudo divisar a su amigo arácnido caminando por los campos holandeses.

— Peter! — Gritó desde el cielo antes de aterrizar a su lado — Estás bien? — Preguntó al verlo caminar con dificultad.

— María? Eres tú? — Peter parecía sorprendido pero también había algo de desconfianza en su mirada.

— Por supuesto que soy yo — Dijo quitando el casco de su traje de Iron Rescue y acercándose más a él.

— Alto! — Exclamó retrocediendo unos pasos — Dime algo que sólo tú sepas — Pidió.

— Qué? Qué te pasa? — María estaba comenzando a molestarse pero al ver los ojos asustados de Peter cedió a la petición de su amigo — Algo que sólo sepa yo — Murmuró pensativa repasando desde el día en que lo conoció hasta ahora. Su memoria no estaba tan clara pero había algo que jamás olvidaría y era el sabor del pan de nuez que le dió tía May en aquella ocasión — Recuerdas cuando nos conocimos? May sirvió un pan de nuez horrible — Mencionó haciendo una mueca.

— Sí, recuerdo eso — Murmuró Peter.

— Y cuando nos vimos por segunda vez? Me enojé contigo, recuerdas? — Preguntó.

— Sí, lo recuerdo. Querías saber de la misión de Alemania y yo no pude responder — Sonrió aliviado acercándose a ella — Que gusto verte — Susurró envolviéndola en un abrazo.

— Peter... Qué haces en Holanda? Qué te pasó? — Preguntó preocupada separándose de él para examinar sus heridas — Tienes que decirme qué está ocurriendo — Espetó con seriedad.

Su amigo arácnido suspiró profundamente antes de comenzar a relatar todo lo ocurrido en sus vacaciones en Europa. Su encuentro con los monstruos Elemetales, Nick Fury, Misterio, el Mono Nocturno, las ilusiones, los drones, Quentin Beck y las gafas de Edith.

— Mi padre te dió a Edith? A ti? — Preguntó ofendida.

— María concéntrate! Necesitamos encontrar a Beck y recuperar las gafas, yo... Necesito un traje — Dijo mirando sus ropas, una camiseta de fútbol sobre el traje del Mono Nocturno.

— Primero necesitas atender esas heridas — Dijo apuntando a su mejilla ensangrentada.

— Eso no es importante, tengo súper fuerza — Aseguró.

María iba a rebartir ese argumento pero un jet sobrevolando los campos de tulipanes los alertó. La nave se detuvo flotando entre los campos de flores, Peter se acercó cuando la compuerta del jet se abrió para darle paso a Harley y a Cooper. Qué hacían esos dos ahí? Se preguntó.

— Peter! María! Están bien? — Pregunto Harley bajando las escaleras del jet y acercándose a ellos junto a Cooper.

— Alto! — Peter los detuvo, María rodó los ojos, parecía que ese tal Beck y sus ilusiones habían dejado traumado a su amigo — Díganme algo que sólo ustedes sepan — Pidió.

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