Sólo Yo (Caché) | Terminada.

Cap. 56 - ¿Una amiga?

— ¿Qué te parece si te damos once millones de dólares por esas dos idiotas? —

— ¿Once millones? — pregunté con voz temblorosa.

— si muñeca, así como lo oyes, once millones de dólares, más que las autoridades — dijo aquella chica con voz burlona.

No dije nada.

— sabes princesa, devuelvo la llamada en media hora, ahora estoy un poco acupada, piénsalo preciosa — colgó dejándome sin aliento.

— ¡Amor! ¿Qué pasó? — llegó Poché tomando de una botella de agua.

Kim y Vane se habían ido a sus departamentos, mientras Henry, Yael y la otra Vane fueron de compras por los angeles, Pau y Eder estaban en la habitación y Poché y yo estábamos recostadas viendo televisión en la habitación de huéspedes de Pau.

— llamé — escupió toda el agua en mi cara — ¡Poché! ¡Me mojaste toda! —

— lo siento ¡Se supone que llamarías después de que fuera por agua! — dijo señalando las botellas de agua que tenía en las manos.

— si amor, pero la intriga me ganó — dije mientras ella volvía a tomar agua — ofrecieron once millones de...

— phffff — volvió a escupir en mi cara.

— ¡Poché! — le arrebate la botella de agua y le mojé toda la cara a ella.

— ¡Daniela! — se secó los ojos — ¡¿Cómo que once millones?! — preguntó confundída — lo dudo, ya habían dicho que eran cuatro no creo que den más, aparte cuatro ya son demasido, once son muchos más...

Suspiré y me senté en la orilla de la cama, ella siguió mis pasos.

— Poché, cuando estaba hablando con el oficial de la DEA, después de que me dijo que eran 4 millones, se escuchó un fuerte golpe y la voz de una mujer apareció, dijo que nos daba once millones por las dos idiotas que están el sótano — ella me miró sorprendida y abrió los ojos lo más grande que podía.

— ¡¿Once millones de dólares!? ¡Amor! ¡Eso es mucho! ¡¿Qué vamos hacer con tanto dinero?! — dijo emocionada — ¿Qué les dijiste? — dijo preocupada.

— dijo que llamaba de nuevo en media hora, no dije nada, dijo que lo pensara bien — dije dudosa, era algo demasiodo arriesgado, no sé si las quieran matar, pero once millones de dólares son una fortuna. Demasido diria yo, seríamos literalmente millonarios.

— ¿Aceptamos? — preguntó poniendo una mano en mi hombro llamando mi atención.

— no lo sé — contesté sincera, pues no quería que todo esto fuera un gran riesgo para nosotras, bueno nosotros.

— Dani, es mucho dinero, demasiado, ni siquiera tendríamos que estudiar más —

— Poché, no es por eso — suspiré — es demasido arriesgado, literalmente entraremos en la boca del lobo —

Suspiró.

— tienes razón, la verdad es que no sé que pensar ahora, osea, son once millones de dólares, ¡Once! Pero también que tal si nos están mintiendo y nos quieren a nosotras —

— ¿Ya ves a qué me refiero? —

— ¡Dios! ¡Que difícil! —

— ¿Qué te parece si descansamos un rato y esperamos a que marquen de nuevo para cuadrar bien? — pregunté poniendo una mano en su pierna.

— me parece perfecto — sonrió poniendo su mano sobre la mía.

Dejé un beso corto en sus labios y me levanté.