Cap. 73 - María José.

3.8K 204 11
                                    


— ¿Calle? ¿Poché? — paré en seco al escuchar esa voz, Poché se iba a voltear para ver quién era.

— no, no mires — susurré.

— mucho tiempo sin vernos — comencé a caminar con Poché a mi lado — ¿Acaso no me recuerdan?

— ¡No! — susurré y seguí caminando con ella a mi lado — no mires, no volteés, hazte la que no escuchaste nada.

— pero... ¿Por qué? —

— tú sólo camina, ahorita te explico.

— ¿Por qué se hacen las de los oídos sordos? Sé muy bien que ustedes me están escuchando.

Dijo más cerca de nosotras, menos mal, llegamos a donde el abogado.

Entramos y seguimos caminando hasta el elevador.

— ¿Ahora sí me podrías explicar que fue eso? ¿Quién es ella? Y ¿Por qué nos conoce por nuestros apodos?

— que yo recuerde ella nunca te ha dicho por tu apodo, hasta hoy...

— Calle, dime quién es.

— ¿Te suena el nombre de...? ¿Matu? — me miró extrañada — ¿Matu Garcés? — negó con la cabeza. Menos mal no sé acordaba de esa estúpida.

— bueno, es alguien que nos hizo mucho, pero mucho daño —

— ¿Qué tipo de daño? — no dije nada — ¿Calle?

— no quiero hablar de eso — dije saliendo del ascensor, caminé hasta la oficina del abogado con ella detrás de mí.

POV: POCHÉ.

Terminamos de arreglar lo de los papeles con el abogado Alfonso Reyes, y Calle me llevó de nuevo al estudio de tatuajes, sin decir una sola palabra y se fue sólo dándome un beso en la mejilla ¿Ahora que hice? ¿Por qué siempre la cago?

Bueno, según el abogado, el nos veía en tres días con otros papeles los cuales Ethan tiene que firmar para que el estudio pase a mí nombre. Ahora ¿Cómo chingados le voy a hacer para que los firme sin que los lea?

¡Mierda!

Entré a mi casa, o bueno, a la casa de Ethan azotando la puerta.

— ¿Zara? — preguntó su voz masculina — ¿Podría saber dónde estaba mi prometida? — lo miré sentado en el sillón con un puchero.

Ethan era un amor conmigo, me trataba muy bien, pero cuando se enojaba, ahí si, temia por mi vida.

Si no fuera porque encontré a al verdadero amor de mi vida, llegaría y lo abrazaría, después dejaría un beso en su boca y todo hecho falsamente, pero quiero que note mi indiferencia, para que al momento de romper el compromiso no sea duro para él, si es que de verdad me quiere.

Aparte, lo que hizo no tiene perdón ¿Cómo carajos se le ocurre ocultarme mi verdadera identidad?

— ¿Ah?

Suspiré y volteé los ojos.

— ya te había dicho, me quedé en la casa de una amiga —

De mi amante. 

— y después fui al estudio — comencé a subir las escaleras.

Después de esa pequeña conversación todo el tiempo estuve distante con él, encerrada en mi estudio e intentando contactar a Calle.

Desde que me dejó en el estudio de tatuajes no me contesta las llamadas, ni si quiera le llegan los mensajes, esto me está comenzando a preocupar y si es por uno de sus berrinches, me voy a enojar, y mucho.

Sólo Yo (Caché) | Terminada. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora