"Pov Susan"
Siguieron pasando los días hasta que llegó el que tenía que ser el más feliz de mi vida. El día de mi boda con el hombre más maravilloso del mundo. Esa noche dormí en la casa de mis padres y nos levantamos todos pronto ya que eramos muchos para arreglarnos. Yo me levanté y me metí en el baño y preparé la bañera. Estaba muy nerviosa por lo que necesitaba relajarme un poco pero estaba bastante angustiada, tenía la sensación de que algo malo iba a ocurrir ese día, pero supuse que eran los nervios que me jugaban una mala pasada. Así que salí del baño y empecé a vestirme y peinarme, cuando ya estuve lista bajé al salón donde me esperaban mis padres y mis hermanos. Mamá se echó a llorar al verme y mis hermanas le siguieron, fue un momento muy emotivo. Luego todos salimos hacia los coches.
- Mamá, yo voy a ir caminando hasta la playa. Es pronto y eso me ayudará a que se me quiten un poco los nervios.
Mamá - ¿Pero como vas a ir caminando hasta allí? hay un buen trozo hasta llegar.
- Es un paseo no más.
Mamá - Deja al menos que te acompañe, me cojo otros zapatos y voy contigo.
- Me apetece pasear sola, nos vemos allí ¿vale? - no le di tiempo a impedírmelo y salí de mi casa rumbo a la ceremonia. La gente por la calle me miraba raro, otros me aplaudían y por esas cosas se me hizo el camino mas ameno. Cuando estaba a punto de llegar, una furgoneta negra con cristales tintados se detuvo a mi lado y salió una persona encapuchada que apuntándome con una pistola me obligó a entrar en ella, sólo pude distinguir que era un hombre. Dentro habían dos personas más. No recuerdo nada más ya que me golpearon en la cabeza y perdí el sentido. Cuando desperté estaba en una habitación apenas sin luz y estaba sentada en una silla con las manos y los pies atados y tenía tapada la boca con un pañuelo. La puerta de aquella habitación se abrió y entró alguien, pude distinguir por su silueta que se trataba de una mujer, se acercó a mi y me quitó el pañuelo de la boca - ¿Dónde estoy? ¿qué queréis de mi?
? - Jajaj ¿ya te olvidaste de mi acaso?
- ¿Mackenzie? ¿eres tu?
Mackenzie - La misma, ahora podré poner fin a tu relación con Logan de una vez.
- ¿Piensas matarme?
Mackenzie - No me des ideas jajaj, de momento quiero que Logan crea que lo abandonaste, luego ya veremos que hago contigo.
- Él sabe que lo quiero y que nunca lo dejaré. Sabrá que me ha pasado algo malo y saldrá en mi busca.
Mackenzie - No si lo llamas y se lo dices.
- Jamás haría eso.
Mackenzie - ¿Estás segura? - me dijo poniéndome un cuchillo en la barriga - sería una pena que a tus bebés les ocurriera algo por tu estupidez.
- ¡Maldita seas! - me miró y me dio una bofetada que me giró la cara - te aseguro que te vas a pudrir en la cárcel por esto y como hagas daño a mis hijos ahí ya no responderé y acabaré contigo lo prometo.
Mackenzie - No tienes posibilidades de cumplir tus amenazas así que ves pensándote que decirle a Logan que ahora regreso - Salió de la habitación con tiempo de que yo ideara un pequeño plan, no iba a permitir que me jodiera la vida de nuevo. Tenía que ser muy cautelosa y hacer llegar a Álex un mensaje pero ¿cómo? Mi amiga y yo habíamos pasado por mucho en todos los años en que nos conocíamos y en más de una ocasión nos metimos en problemas y teníamos un código para avisarnos de cuando estábamos en peligro y se lo tenía que hacer llegar a ella como fuera, sabría así que estaba en problemas y me buscarían. Cuando entró Mackenzie con el teléfono no quise esperar más y marqué el número de Logan y ella puso el manos libres para que yo no la engañara.
Logan - ¿Su? ¿dónde estás? aquí todo el mundo espera a que llegues - Me quedé un segundo callada y aquella bárbara me hizo un gran corte en un brazo y volvió a ponerme el cuchillo en la barriga. Casi llorando contesté a Logan.
- Que se vaya todo el mundo, no voy a ir.
Logan - ¿Qué ocurre? ¿me tomas el pelo?