"Pov Susan"
James - Es nuestro último día aquí, deberíamos aprovecharlo. Por la noche tenemos concierto pero el día libre.
Kendall - Yo quería visitar el palacio ¿tu te ves con ánimos de caminar Álex?
Álex - Yo estoy deseando de caminar un poco, no soporto estar en cama. Pero me da pena irme y dejar aquí a Irati.
- Podemos verla antes de irnos y cuando volvamos. No creo que los doctores pongan impedimento a que la podamos visitar.
James - Se me hace un mundo irme y dejaros aquí a las dos. Quiero que volvamos a la normalidad en casa los tres juntos - Logan estaba muy callado, sólo se apoyaba en el coche de los niños y los miraba muy triste. Me acerqué a él y lo abracé a su espalda, me miró y me sonrió pero aún se le veía apenado.
- Estate tranquilo, cuando quieras darte cuenta estaremos de nuevo juntos. Y estos pequeñines se alegrarán mucho de verte y yo más - Las lágrimas empezaron a amenazar con caer por mis mejillas, él me las secó y sus ojos también se cristalizaron. Era tan triste separarme del hombre al que amo, pero tenia que ser fuerte para que él no se pusiera peor.
Carlos - No es por cortar el rollo pero mi estómago me recuerda que tengo hambre - Todos nos lo miramos y empezamos a reír. Carlos y su hambre hicieron que las penas se fueran por un instante. La verdad es que yo también tenia hambre pero no queríamos dejar sola a Alejandra, James insistió en que nos fuésemos que él se quedaría acompañándola. Decidimos hacerle caso y nos fuimos a un restaurante cercano al hospital. Nada más llegar los bebés se despertaron pidiendo de comer, así que yo me fui al baño con ellos mientras los chicos pedían mesa. La comida fue muy divertida, ellos contaron anécdotas de sus viajes y conciertos. Se nos olvidó por unos instantes nuestra nueva separación. Después de comer Logan les dijo a sus amigos algo en voz baja y se levantaron, se despidieron y se marcharon.
- ¿Qué les has dicho para que se vayan así?
Logan - Sólo les dije que quería pasar un rato a solas contigo y mis niños. Por suerte lo entendieron a la perfección y no tuve que echarlos jajaj - acercó su silla a la mía y pasó su brazo por mis hombros, acurrucando mi cabeza en su pecho.
- ¿Te puedo confesar algo?
Logan - Claro mi cielo, sabes que puedes decirme lo que quieras.
- Te voy a echar muchísimo de menos - miré a Logan muy triste a lo que él me sonrió.
Logan - ¿Crees que yo no? Pero sabes que cada segundo que esté separado de ti mi pensamiento, al igual que mi alma estarán contigo.
- Oh te quiero Logan Henderson - y le besé con toda la pasión que pude acumular en ese momento. Cuando me separé de él nuestras mejillas estaban un poco ruborizadas, puede ser por el lugar, la gente o que los dos sabíamos que sino hubiéramos estado en un lugar público la cosa no hubiera acabado de la misma manera. Decidimos ir a pasear un poco, y como una pareja más recorrimos las calles de Londres llevando el carro de nuestros hijos. Acabamos sentándonos en un precioso parque, con un bonito lago y rodeados de ardillas y patos. Empezaba a hacerse de noche por lo que volvimos a los buses. Mientras Logan ponía los pijamas y a dormir a los niños yo preparé unos sándwiches que nos comimos echados en el sofá. Al terminar recordamos el beso en el restaurante y volvimos a recrearlo, sólo que esta vez si tuvimos el final deseado y nos despedimos de nuestra última noche juntos en un mes haciendo el amor. A la mañana siguiente Kendall ya nos llamaba alborotado, despertando a los niños claro está - ¡Kendall! Ostras despertaste a los niños, ahora ¡haz que se duerman de nuevo!
Kendall - Está bien os ayudo con los pequeños, pero vestiros que como siempre llegamos tarde.
- ¡Álex! Es cierto, tenemos que ir a buscarla al hospital - Logan y yo nos vestimos mientras Kendall mecía a Jordan y luego a Gabrielle, que se durmieron sin problema.
Logan - Mira Su, ya tenemos canguro.
Kendall - Yo encantado, la verdad es que me encantan los niños. Espero que algún día Jo me haga papá.
Carlos - Es la mejor sensación del mundo, ya sólo quedas tu para estrenarte jajaj.
- Bueno ¿a que esperamos? - Kendall y Carlos me miraron mal, pero no me importó, hoy por fin salia mi amiga y quería recibirla. Cuando llegamos ya nos esperaban fuera de la habitación. Alejandra firmaba unos papeles y James nos esperaba con la maleta de ella en la mano. Quisieron ir a ver a Irati, fueron todos excepto yo que les esperé en la sala. Cuando bajaron James y Alejandra parecían más que felices - Álex ¿qué me perdí para que esteis tan felices?