Pov Beatriz:
Por fin estaba en lo que era lo más parecido a mi casa. En vez de una persona con líquidos parecía líquidos con una persona. Me estaban metiendo de todo para que no sintiera dolor, pero el verdadero dolor era psicológico y ese no me lo podía quitar nadie. Todavía no había visto a James por lo que deduje que le importaba menos de lo que había dicho... Me tumbaron en la cama y notaba que me faltaba algo.
- Carlos.
Carlos - Dime bonita.
- ¿Puedes mirar si arriba está el delfín?
Carlos - Claro - Mi peluche de un delfín era lo único que podía abrazar sin que me diera asco a mi misma, ya que un peluche no tenía sentimientos, pero irónicamente ayudaba un montón. Me lo trajo y como una niña pequeña me aferré a él y Carlos me tapó con cuidado de no pillarme ninguna vía.
- Debo parecer un monstruo.
Carlos - No, monstruo es quien te ha hecho ésto, no tu.
- Me está empezando a entrar sueño.
Carlos - Yo te dejo dormir, pero con una condición.
- Claro ¿cuál?
Carlos - Que despiertes ¿Vale? - Le sonreí como pude y me hundí en aquella cama acolchada y en el edredón fucsia que me pusieron. Me dormí enseguida pero aunque lo estuviera, sabía que alguien había en la habitación, lo notaba. En el sueño...
Volvía a estar en aquella habitación gigantesca e inconscientemente los busqué con la mirada.
? - Escúchanos. Esta va a ser la última que nos encontremos aquí.
- Pero yo quiero seguir viéndoos.
Mamá - Cada vez que quieras nos verás.
Papá - Sólo tienes que mirar dentro de ti y nos encontrarás para lo que quieras ¿De acuerdo?
- No, no os vayáis...
Pero ya se habían ido. Empecé a llorar con los ojos cerrados, sin poder volver a dormirme y sin percatarme de que habían dos personas en la habitación.