Pov James:
Me levanté a la mañana siguiente con una estúpida sonrisa en la cara, a mi lado aún dormía Bea. Aunque yo ya había estado con alguna chica, con ella fue diferente. Me había enamorado de ella día a día y no iba a dejar que esto cambiara. Para Bea había sido su primera vez... y había sido conmigo, ella me quería y ese era un regalo maravilloso. Comencé a acariciarle el cabello y abrió sus ojos, me miró sonriendo y eso me volvió loco. La besé dulcemente y ella empezó a jugar con mi cabello en mi nuca, atrayéndome hacia ella en un abrazo.
Bea - ¿Ya trajeron el desayuno? Me muero de hambre - dijo al separarme de ella.
- Si, acaban de subirlo, pero no te muevas lo traeré aquí y desayunaremos en la cama.
Bea - Hum que romántico... Y luego a ver si traen nuestra ropa y que podamos salir a pasear un poco.
- Yo prefiero que no la traigan...
Bea - Para estar en la habitación nos hubiéramos quedado en casa, no hacer tantos kilómetros ¿no crees?
- Vale, tienes razón - fui por la bandeja y aquello era un cúmulo de colesterol y grasa. Había judías, bacon, huevos revueltos, salchichas... uf uno ya se engordaba con sólo mirar aquella comida.
Bea - ¿No había fruta ni cereales para desayunar?
- Tienes que volver a coger fuerzas jajaj.
Bea - Huy no, yo no pienso comer todo eso.
- Pediré un poco de fruta - le dije ya convencido de que sino lo hacía, ella no probaría bocado.
Bea - Ves como no era tan difícil - dijo saboreando unas sabrosas fresas.
- Ya, ya...
Bea - ¿No quieres una fresa James? - me tentó poniéndose una fresa en su boca, dejando la mitad fuera de ella para que yo la cogiera con la mía.
- ¿Quieres tentarme Bea? Hum me gusta la idea - la besé y me comí mi trozo de fresa, sabía tan dulce como sus labios.
Bea - ¡Qué rico jajaj!
- Pues si quieres...
Bea - ¡Qué no! Que quiero seguir viendo Londres - me hizo pucheros y no pude resistirme.
- De acuerdo, ves a ducharte, mientras intentaré averiguar si encontraron nuestras maletas - llamé a recepción y dijeron que las maletas ya llegaban. Pensé en llamar a Su para saber como iba todo por España, marqué su número y me sonó a apagado... "que raro" pensé, ella nunca apagaba su teléfono. Así que llamé a Logan.
Logan - Hey James... ¿qué tal? - noté tristeza en su voz.
- Hola ¿qué tal todo por allí? ¿cómo está Nat?
Logan - Está mejor, en pocos días podrá volver a Los Ángeles.
- ¿Y a ti qué te pasa que te noto triste? ¿dónde está Su? La llamé y tenía el móvil apagado.
Logan - Ella... ella se fue y no se donde. Recogió todas sus cosas y desapareció, sólo dejó su teléfono en la habitación.
- ¿Qué le hiciste Henderson?
Logan - ¿Por qué tiene que ser cosa mía?
- Ella no desaparecería así sino hubiera ocurrido algo serio.
Logan - Tienes razón, soy la peor persona del mundo. Anoche la traté fatal y ella se marchó.
- Tienes que encontrarla, seguro que ahora te necesita.
Logan - Lo dudo, ella no querrá ni verme. Aún así voy hasta su ciudad natal por si está allí y puedo hacer que vuelva conmigo.
- Haz todo lo posible para que vuelva contigo o... te las verás conmigo ¿me oíste?
Logan - Alto y claro. Te llamo en cuanto sepa algo. Adiós.
- Adiós y suerte - colgué y Bea apareció del baño envuelta en su albornoz, notó que algo no iba bien.
Bea - ¿Y esa cara James? No me digas que perdieron definitivamente las maletas.
- No, ojalá fuese eso... Su desapareció.
Bea - No puede ser, me estás tomando el pelo ¿verdad?
- En absoluto, Logan viajaba ahora a Barcelona a buscarla.
Bea - ¿Y por qué se fue?
- Algo le pasó con Logan...
Bea - ¡¡Ese cabeza de chorlito!! Cuando lo pille se va a enterar.
- Pobre Logan jajaj.
Bea - ¿Pobre Logan dijiste?
- Es broma, es broma - El sonido de la puerta me salvó, traían nuestras maletas, así que nos vestimos y nos fuimos a visitar Londres.