La sultana Turhan estaba demasiado ansiosa, no sabía que ocurriría sí yo daba a luz un pequeño sehzade así que llamó a una vidente para saber de ocurriría con ella y su familia sin que el palacio se enterará, pero aquí las paredes tienen ojos y oídos así que de todo se entera una.
Esta mujer rompió mis ilusiones un poco, no tengo porque negarlo tenía miedo de que me olvidará como lo hizo con Rasa, ya que después de todo el ritual de la arena aseguró que el futuro de Turhan sería maravilloso y prometedor porque yo tendría una niña.
Parece que después de enterarse entró cual madre sultana en el harén dónde yo me encontraba comiendo junto a mis amigas.
- ¿Cómo te encuentras Halime? - me iba a levantar para hacer reverencia pero me lo impidió - no se levante, debemos cuidar de la pequeña sultana.
- ¿De qué habla?
- No trates de intentar subir de rango mediante tu embarazo porque Allah sabe perfectamente que es una niña.
- Y si fuera una niña ¿No la querrá su padre? Si el sultán deja de amarme podré aceptarlo pero si olvida a mi hijo o hija será algo que jamás olvidaría.
- No te preocupes, no será un niño y yo cuidaré de que visite a su padre - esto me hizo enojar así que me pusé de pie, más que nada para demostrarle un poco más de autoridad.
- ¿Y tú cómo lo sabes?
- No te incumbe.
- ¿Acaso llamaste una bruja?
- ¡Estás pasando tus límites!
- ¡Halime! ¡Turhan! Cada una a sus aposentos - dijo Kerem que me siguió.
- Halime sé que lo que hizo está mal pero recuerda que es una sultana y que además es madre de un sehzade y una sultana y que a pesar de todo es favorita del sultán.
- ¿Y yo que? ¿Acaso no seré madre de un hijo del sultán? ¡También soy favorita!
-¡Halime cálmate! Recuerda que hablas con la hermana del sultán.
- ¿Qué? - era la primera vez que me hacía sentir inferior.
- No quise decir eso Halime - intentó tomar mi mano.
- Ahora entiendo todo y no se preocupe sé que es superior - estuve a punto de llorar pero recordé que aquí no se puede ser débil y que la única razón por la que vivo es el sultán y ahora por mi hijo.
Hice reverencia y fuí a mis aposentos mientras otras mujeres me observaban; hice una seña con mi mano a Hatice y Çennet para que me siguieran a mis aposentos y así lo hicieron y al entrar me desmorone ante ellas.
-¿Y si es una niña? ¿Qué haremos?
- Nada, tonta - le dijo Hatice.
- La sultana Kerem debe mantener un órden Halime, no es nada personal, sabes que te aprecia mucho - me dijo Çennet mientras caminaba de un lado a otro en mis aposentos - y cálmate que vas a marear a la criatura.
- Çennet ve a buscar a Efsún - solamente le pedí que lo hiciera para que me dejara sola con Hatice - ¿Crees que la sultana tome esto en mi contra?
- Claro que no querida, Kerem te quiere mucho y eres su única amiga, la única que la escucha.
- Tengo miedo de que haga algo en mi contra.
- ¿Qué podría hacer? - dijo confiada - No haz hecho nada.
- Pues por eso; - me miró confundida - empecé a visitar al sultán justo después de saber que Turhan estaba embarazada.
- ¿Y qué tiene?
- Que justamente el día que nacieron los niños pase mi primera noche con el sultán.
- ¿Qué? - dijo sorprendida.
- Solamente visitaba al sultán y conversabamos.
- Pero... No entiendo.
- Estaba tan enojado el día que no iba a sus aposentos así que solo dormimos y el resto de las noches conversamos y nos conocimos - sin duda Hatice sentía desepcion y enojo - acepté verlo de está manera porque...
- ¡Querías sobresalir!
- No Hatice, no es eso.
- ¿Entonces?
- Vi la oportunidad de evitar que siempre fuéramos esclavas.
- No me incluyas en esto, eres igual de egoísta que las demás - cerró las puertas saliendo de mis aposentos, ahora me sentía sola.
- Señorita Halime, su majestad, el Sultán, desea verla ahora mismo - dijo DemirAgha.
-¿Dijo que quiere?
- No pero quiere que vaya rápido.
- Vamos.
Guardé mi tristeza por la perdida de mis amigas, escondí mi dolor tras colores alegres y una sonrisa que últimamente me salía muy natural.
Entre a donde Mehmed, hice reverencia y de inmediato volteó a verme con una sonrisa así que corrí a dónde estaba el y lo abracé, besó mi frente para después tomarme de la mano y guiarme al balcón donde había comenzado a nacer nuestra historia de amor meses atrás.
-¿Qué pasa?- dije mientras me abrazaba por la espalda y acariciaba mi vientre.
- Solo quiero paz.
- ¿Qué te pone así querido?
- Fuí al mercado para ver qué opinaban de mí sultanato.
- ¿Y?
- De mi opinan muy bien pero no piensan lo mismo de Kemal Pashá.
- ¿Qué dicen?
- Está cobrando sobornos a los mercaderes y tal parece que está desviando mucho dinero para él, se supone que era para construir una escuela y una mezquita.
- ¿Qué harás?
- Investigar mejor como está el asunto.
- Todo estará mejor Allah mediante.
- Amén, dime qué tal te va en el harén - agache mi cabeza - Halime, dime qué ocurre.
- Tuve una pequeña discusión con la sultana Turhan y con su hermana mi señor.
- ¿Peleaste con Safiye? No me extraña.
- Hablo de la sultana Kerem.
- Eso si me sorprende.
- Bueno no fue una discusión como tal, pero me ha recordado cuál es mi verdadera posición en este lugar.
- En cuánto a Turhan, no busques problemas con las otras mujeres y por Kerem no te preocupes, yo hablaré con ella, mi mujer amable.
- Oh Mehmed, mi corazón rebosa de alegría al estar contigo.
- Y yo te amaré sin importar lo que te digan otras, sea una sultana o un sehzade eres la mujer de mi corazón.
- ¿Cómo supo que eso me entristece?
- Te conozco como a mi mismo, pero ven conmigo, entremos que comienza a refrescar - entramos y nos sentamos en los cojines frente a la pequeña mesa donde ya estaba servida la comida.
Conversamos otro poco y después recordamos como nos conocimos, la manera en como me trajo cargando desde los aposentos de Rasa hasta los suyos. Después mencionó que se había enterado de que últimamente amaba comer cordero y delicias turcas.
- Ya no quiero más Mehmed, estoy llena.
- Bueno, ven - nos pusimos de pie y fuimos a su escritorio donde me dio un pequeño león de madera.
- Es hermoso - comencé a verlo hasta que encontré una marca en él .
- ¿Qué ocurre Halime?
- ¿Dónde lo encontraste?
- Lo compré.
- ¡No mientas! - empecé a llorar- ¡¿De dónde lo sacaste?!
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Amable:Una sultana escondida |COMPLETA/CORRECCIÓN|
Historical FictionDolor, traición, venganza, rencor, deshonra y muy poco amor son el pan de cada día en el palacio de Topkapi ¿Qué darías tu por amor? ¿Eres capaz de renunciar a lo valioso? ¿O simplemente te resignas a perder lo que amas? ¿Realmente el amor soporta t...