Capítulo 18: Una Victoria más

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Debería de haber despertado ya, pero simplemente no podía reaccionar, escuchaba y sentía todo pero no era capaz ni de abrir los ojos.

- ¿Mejorará? - era la voz de Ehian.

- Solo Allah lo sabe - se abrieron las puertas.

- ¿Qué haces aquí mujer?

- Yo solo - dijo asustada - aprecio a la hatun y quise saber cómo estaba.

- Bien ya viste a LA SULTANA - dijo remarcando las palabras - ya puedes irte.

Sentí que Mehmed se acercaba a mí y se sentaba en la cama para después tocar mi abultado vientre y luego beso mi frente.

*****

- Señor, disculpe el atrevimiento pero me tomé la libertad de probar un medicamento a base de algunas plantas - eso equivalía a muerte - aún no sé del todo si mejorará pero algunas manchas han desaparecido y otras se aminoraron, además de que no ha vuelto a tener fiebre.

- ¿Es posible que sobreviva?

- No estoy segura pero tal parece que se recupera.

- ¿Y mi hijo? - ahora sentía esperanza.

- Por el bebé no se preocupe.

- Gracias Allah.

*****

Ehian llegaba asustada a los aposentos de su señora.

- ¿Averiguaste algo? Dime qué morirá pronto que ya no puedo soportarlo.

- La doctora no lo sabe pero llegó el sultán a verla.

- Oh por Allah ¿Dudó de ti?

- No sultana.

- Bien, será mejor que está noche la asfixien con la almohada.

- Como diga.

- Asegúrate de vestir de manera similar a las criadas de Turhan.

- No se preocupe.

*****

- Yassira - ella es una criada de la sultana Turhan.

- Dígame sultana.

- Hay algo extraño en esta enfermedad.

- Expliquese señora.

- Piénsalo un minuto hatun, solo una criada de Halime enfermó además de ella.

- Y otras dos muchachas, sultana.

- Así es, pero por la gravedad en la que se encuentra Halime ya debería haber más contagiados, es una enfermedad que se esparce muy rápido.

- ¿Qué cree?

- Ha de ser un veneno que actúa como si fuera la enfermedad porque si lo piensas varias tuvimos mucho contacto con las que están enfermas, definitivamente alguien lo hizo.

- Dígame que hago.

- Dile a DemirAgha que venga.

Turhan en esta ocasión tenía muchas dudas sobre que era lo que realmente me había pasado pues pensándolo bien era muy extraño que de todo un harén de 400 muchachas, solo la favorita del sultán que estaba embarazada y una que otra mujer resultará contagiada y ninguna moría cuando la enfermedad era mortal.

Amable:Una sultana escondida |COMPLETA/CORRECCIÓN|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora