Capítulo 73: Coronación

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Desde la perdida de mis padres he visto la vida de distinta manera, es como la neblina matinal que se lleva el viento, como una sombra fugaz que en el corazón solo deja un profundo dolor u sufrimiento. Afortunadamente no había sido así en esta ocasión, mis dos hijos continuaban a mi lado, pero aún así, Yussuf y Kasim continuaban en las manos de Turhan.

- Y Hatice ¿Por qué no los ayudó?

- También se encuentra encerrada en su mansión, madre - me respondió Aslihan llevando un pedazo de pan a la boca.

- Ay Allah, debe estar muy preocupada por Zera - Zülfikar bajó su vino umy giró para verme.

- ¿Qué pasa con ella?

- Está embarazada, no aceptaba al bebé, supongo que Hatice se encuentra muy angustiada.

- ¿Por qué no lo sabía? - había un tono de desepción en la voz de mi hijo.

- Me lo dijo cuando... Cuando nos enteramos de la muerte de tu padre, con todo lo ocurrido lo había olvidado.

- Zera es una amiga cercana, ¿Crees que cuando salgamos de aquí deberíamos visitarla?

- Claro Aslihan, quizá debemos llevarle amuletos para evitar el mal de ojo.

- Con permiso, madre - Zülfikar se puso de pie y se fue, yo sólo observé como salía.

- Tranquila madre, debe estar muy cansado.

- Eso debe ser - mentía, mi sexto sentido maternal me decía que le dolía enterarse que su amor platónico sería madre del hijo de otro hombre.

*****

Los jenizaros y Pashás estaban entrando al palacio; uno a uno se formaban para presenciar como su nuevo sultán subía al trono. Las criadas y Aghas se habían encargado de limpiar hasta el más pequeño rincón del palacio, todo estaba listo, Hakim sería coronado.

Hakim estaba siendo ayudado a alistarse; habían mandado a hacerle un caftan a su medida en color rojo, bordado con hilo dorado y botones de oro. Un amplio anillo con joyería diversa adornaba su meñique izquierdo y otro de esmeralda se encontraba puesto en el índice derecho, ¡Ni hablar del zafiro que estaba en el anular!

- ¿Ya están todos listos? - preguntó al observarse al espejo.

- Las Pashás y jenizaros ya están a las puertas, su madre está terminando de alistarse, la sultana Gülbahar ya lo espera en los aposentos de la valide y no tardan en llegar sus hermanas - fue la respuesta de Eylem.

- No son mis hermanas, - le dijo con voz fría - están aquí por ser hijas del sultán, pero yo no considero que lleven mi sangre.

- Lo siento su majestad, - la Kalfa se sintió apenada - iré a ver si la sultana madre ya se encuentra lista - Hakim ni siquiera respondió.

Aunque solo habían sido algunos días en que se había cambiado el sultanato, el trabajo para las kalfas, odaliscas y Aghas era mucho más duro; dormían más tarde y despertaban más temprano, el trabajo era mucho por la ceremonia de coronación y apenas había tiempo para comer.

Aunque se debe dictar con mano dura dentro del harén, las muchachas sentían que se estaban llendo a otros extremos; en el tiempo en que Halime y Esmeray tuvieron las riendas del lugar no ha habían sido tratadas así.

- Valide - saludó al reverenciarse.

- Pasa - respondió sonriente.

- ¿Aún falta mucho, mujer? - preguntó a la hatun que ayudaba a arreglar a Turhan.

Amable:Una sultana escondida |COMPLETA/CORRECCIÓN|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora