Dolor, traición, venganza, rencor, deshonra y muy poco amor son el pan de cada día en el palacio de Topkapi ¿Qué darías tu por amor? ¿Eres capaz de renunciar a lo valioso? ¿O simplemente te resignas a perder lo que amas? ¿Realmente el amor soporta t...
Han sido múltiples ocasiones en las que me he topado con esa mujer, pero que hablara con ella provocó que el harén se llegará dividir en dos grupos: las que la apoyaban por verle un mayor futuro como favorita del Sultán y las que estaban de mi lado, y quizá de Turhan por el aprecio que tenían a nosotras o bien por ser las madres de los sehzades.
Ahora mismo estoy sentada en el harén observando como llegaban algunas mujeres de estudiar y empecé a recordar cuando llegué aquí, hacía cuatro años. Habían pasado tantas cosas y todo tan rápido: el primer año serví a Rasa mientras quedó embarazada y en los primeros meses de vida de su hija, el siguiente conocí y me enamoré del Sultán. Un año más y tuve mi primer hijo y en el siguiente tuve a la niña.
- ¡Halime hatun!
- ¡Respeta a la sultana mujer!
- Tranquila Hatiice - mi amiga me dio una mirada que me decía que estaba molesta. La conocía y si algo no le agradaba lo iba a demostrar sin importar que ocurriera.
- La sultana Turhan quiere verla. - nos disponíamos a ir - Nada más ella, tu no Hatice.
- Ella no va ningún lugar sola - así era, mire a la mujer de forma que entendiera que era verdad así que accedió que fuéramos las dos.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Entré en los aposentos de Turhan que cuando me vio indico a Hatice que saliera, como minutos antes se negó pero le dije que lo hiciera.
- ¿Qué quieres?
- Felicidades por tu embarazo.
- Ve al grano que no tengo tu tiempo.
- Odias a la nueva favorita del Sultán.
- Yo jamás dije eso.
- Se mira en tus ojos el deseo de acabar con ella y yo quiero ayudar.
- ¿De qué hablas?
- Mira, también está en riesgo mi posición ante el sultán además no me gusta que discuta contigo, sólo yo puedo darme el lujo.
- No pues gracias.
- ¿Aceptas?
- No, no quiero que me metas en tus problemas - salí de su habitación y me encontré con Hatice.
- ¿Qué pasa?
- Nada - seguimos caminando- ¡Aaahhh! - grité de dolor.
- ¿Estás bien?
- Si, sólo un dolor pero nada para preocuparse, manda a alistar las cosas; quiero salir un rato al jardín.
- ¿Sacarás a los niños?
- No, ya hace frío, los dejas con Ehian y Çennet para que vengas conmigo.
Estábamos en el jardín caminando mi amiga y yo cuando apareció Ibrahim Giray que pidió hablar conmigo en privado y Hatice se alejó un poco.