Dolor, traición, venganza, rencor, deshonra y muy poco amor son el pan de cada día en el palacio de Topkapi ¿Qué darías tu por amor? ¿Eres capaz de renunciar a lo valioso? ¿O simplemente te resignas a perder lo que amas? ¿Realmente el amor soporta t...
Tanto Aslihan, como Zülfikar han regresado a su provincia; con los últimos acontecimientos pasaban más tiempo en el palacio imperial que en los suyos. El sultán también ha estado pensando en que es hora de que Berat y Yussuf vayan a las propias, el mayor ya tiene casi 17 y el menor hace poco cumplió los 16, ya deben adquirir responsabilidadades, así como ir a las batallas.
Hakim fue el único que se mantuvo en palacio imperial junto a Beyhan, Mauzzez y Özlem, por su bienestar mental y emocional, no puede hacerse cargo de una provincia. A la primera no fue necesario que Halime la protegiera de alguien, nadie había buscado castigar culpables por Turhan, y ahora que no estaba, había una gran culpa en sus seres queridos.
Aslihan quiso volver para distraer la mente de todos aquellos malos recuerdos; parecía que le funcionaba, pero al volver a encontrarse solo, descansando, los reproches internos, volvían. Su madre se sentía destrozada, era como si hubiera perdido 3 hijos en lugar de dos, uno de ellos estaba muerto en vida.
— ¿Y Mahfiruze? — preguntó Hafsa.
— Sabes que es la preferida de su alteza, — al contrario de lo que se espera, Mahidevran no estaba dolida en ningún sentido — es probable que esté a su lado.
— No puedo soportar verle a la cara, fingiendo ser inocente, cuando deliberadamente se acercó a él usando a Kasim.
— ¿A qué te refieres?
— Es claro que pretende deshacerse de nosotros, hará que el príncipe termine casándose con ella y tú y yo seremos echadas del lugar, tu hijo no fue más que una herramienta para acercarse a él, de manera que no hubiera sospechas — era más que obvio que intentaba envenenar la mente de la otra, pero ella sentía que no había razón para preocuparse.
— Yo creo que no hay peligro con ella, si fuera así, la sultana Halime terminaría con su vida; — con la mirada, Hafsa demostraba que no confiaba en sus palabras — he servido a la sultana antes de que llegarás, conozco mejor como trabaja. Sé que ella fue quien hizo que asesinaran a Jalila, hizo que apedrearan y prendieran fuego a la casa de la sultana Turhan, dicen que se deshizo de varias mujeres del sultán en el pasado; el sehzade Zülfikar nació en el pueblo, ambos son sus favoritos y los protegen con la vida, harían lo que fuera por proteger a lo que se relacionen con ellos, solo hace falta un susurro para que hagan lo que ella quiera.
— ¿Te das cuenta de lo que hablas? — sonrió — No, no lo sabes; ella nos ha tratado bien porque nunca la hemos visto cara a cara, directo a los ojos; en el momento que alcemos la voz y la contradigamos, con un susurro, como dices tú, hará que desaparezcamos del lugar — a este punto, Mahidevran estaba enojada.
— Ella siempre me ha tratado de forma justa, no tengo razones para darle la espalda, fue la que me escuchó en mi llanto cuando me encontraba destrozada, así que espero ser su apoyo cuando se encuentre en dificultades, no ser la causante de ellas, si solo hablarás así, vete — fue la respuesta de la primera esposa.
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