- ¡Por Allah! ¿Por qué tanto escándalo? - exclamó al mismo tiempo que abría la puerta.
En cuanto se le retiró el seguro a la madera, empujé para entrar, con ello también hice a Hakim un lado, provocando que se tambaleara.
- Claro, con todo gusto puede pasar - extendió la mano, fingiendo darme el pase.
- ¡Te callas y me escuchas! ¿Que tan bajo has caído para hacerle eso a Özlem? - verlo sonreír solo me hizo enfurecer.
- No se pudo quedar callada y ya te fue con el chisme; idiota.
- No seas bruto, no porque esto sea un harén significa que vas y violas a la primer mujer que veas, debes ganarte su confianza y hacerla sentir bien - hizo cara de asco.
- Halime, no me vengas a hablar de ética y moral, cuando tú entregaste a tu hija a un hombre que es años mayor y que ni siquiera amaba.
Sabía que eso no era verdad, sabía que Zambak era la que decidió casarse sin mi consentimiento y era algo que iba a usar a mí favor.
- Así es, yo hice eso, - le di la razón - pero yo tenía una razón poderosa: tu madre y hermana ya habían matado a mi hijo quería proteger al resto, - para ganar ésta discusión tenía que abrir esas dolorosa herida - en cambio, ustedes tenían todo a su favor: era cuestión de tiempo para que Manisa fuera tuya, eras el príncipe heredero, tenías un hijo y los soldados te amaban, entonces ¿Por qué casaron a Jalila con Assaf Pashá? - en su rostro pude ver el dolor de recordar a su única hermana.
- ¡No me cambies el tema!
- ¿Entonces por qué me lo cambiaste a mi? ¡Estábamos hablando de que agrediste sexualmente a tu concubina! Tuviste una hermana, ¿Qué hay de Zeynep? Piensa en como se sentiría tu hija si un hombre le hiciera exactamente lo mismo que tú hiciste a Özlem - se quedó serio un momento y su rostro se mostró con furia.
En completa sorpresa, sentía como una de sus manos aprisionaron mi cuello, tomándome de esa manera me empujó hasta aprisionarme contra la pared. Me estaba dejando sin aire, no me permitía respirar y me ardía la espalda por la fuerza con la que me había golpeado.
- Su... Sue... Eltame - le pedí con el poco aire que me quedaba.
- ¿Pensaste que me quedaría en paz después de hacerme imaginar que le pasarían cosas tan horribles a mi hija? - el agarre se hizo más fuerte. La otra mano descanso en mi cintura, contrario a lo que ocurría, la tomaba con delicadeza.
- A... A... Ai... Re - lo único que se me ocurrió fu acercar la mano hasta la puerta y golpearla lo más fuerte que pude.
- ¡Deja de hacer ruido, maldita! - la puerta se abrió de golpe, dejándome sentir aliviada al ver a Hamza entrar, que como siempre, me seguía a todas partes.
De inmediato sus manos abandonaron mi cuello, Hakim fue derribado hasta el piso, mientras yo trataba de tomar aire con desesperación, sosteniendome de la pared por lo débil que me sentía
- ¡Sehzade, no vuelva a poner una mano sobre nuestra sultana! - amenazó señalando - Vamos - traté de avanzar, pero los pies no me respondían.
Hamza, al ver qué no me movía de mis posición, me rodeó las piernas con un brazo y me sostuvo de la cintura, para levantarme del piso y llevarme cargando hasta mis aposentos.
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Amable:Una sultana escondida |COMPLETA/CORRECCIÓN|
Ficción históricaDolor, traición, venganza, rencor, deshonra y muy poco amor son el pan de cada día en el palacio de Topkapi ¿Qué darías tu por amor? ¿Eres capaz de renunciar a lo valioso? ¿O simplemente te resignas a perder lo que amas? ¿Realmente el amor soporta t...