Dolor, traición, venganza, rencor, deshonra y muy poco amor son el pan de cada día en el palacio de Topkapi ¿Qué darías tu por amor? ¿Eres capaz de renunciar a lo valioso? ¿O simplemente te resignas a perder lo que amas? ¿Realmente el amor soporta t...
-¿Te has vuelto loca Halime?- está vez me estaba pidiendo imposibles- ¿De verdad? -Mehmed hace 22 años que no pongo un solo pie ahí, quiero saber cómo está mi gente, mi familia ¿Es mucho pedir? -Pero entiende mujer- la tomé bruscamente por los hombros- quieres ir y estar un mes en Portugal y encima llevando contigo a Zulfiqar, Aysel y Yussuf ¿Que pasará con los demás? -Bueno, había pensado que los niños podían quedarse con Neylan o con la sultana Nûr-Banû y Zambak con su hermana. -¿Y yo? ¿Me vas a dejar solo?- debo admitir que me ponía sentimental que quisiera irse- ¿Y si accedo y te pasa algo? -No va a pasar nada, te lo aseguro- estaba muy confiada con este asunto. -De acuerdo, pero Ahmed, Hatice e Iskender irán contigo. -¡Sabía que accederías!- abalanzó su cuerpo sobre el mío para besarme; todo tomo un ritmo más intenso hasta que las ropas fueron sobrando.
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La mujer que había quedado embarazada por Hakim ha sido desaparecida "misteriosamente" y él ni siquiera se ha preocupado por ella o su hijo; yo me marchó hoy rumbo a mis orígenes dejando este plan en manos de mi hija mayor.
-Sabes que hacer. -Claro, infundir miedo, lo tendré en mis manos, le daré la carta al sultán, llevaré a la mujer con él y antes del aborto haré que MahmudAgha se la lleve en todo lo que preparó el Pashá. -Bien, nada debe pasarle a la mujer o a su hijo. -¿Por qué te preocupa tanto la muerte de algún bebé?- me interrogó Aslihan causando que todos cayeran en cuenta de que era verdad esto. -No contestes madre- dijo Neylan que se encontraba presente y recordaba lo ocurrido. -No te preocupes hija, hace casi 13 años estuve embarazada y me encontré con uno de los dolores más grandes de mi vida. -¿El bebé murió? -¡Aysel!- reprendió Zambak. -Si, no pude cuidar bien de él y tuve un aborto involuntario así que no puedo imaginar que doloroso debe ser que te obliguen a deshacerte de esa personita que es es parte de ti. -Sultana ya está listo el bar... ¿Todo bien? -Si, vamos- me despedí de mis gemelos y de mis hijas mayores quienes se quedaron observando hasta que nos alejamos en el barco mientras su padre en el palacio también se despedía mentalmente.
El viaje a Portugal fue bastante largo pero logramos llegar sin contratiempos al puerto donde nos esperaban unas carretas que previamente había preparado Iskender para nosotros y el resto.
Otro viaje un poco largo pero pudimos llegar, nada estaba cómo lo recordaba, todo era más moderno y sofisticado, la gente ya no era la misma y de aquel fatídico día no quedaba ni una sola seña.
Mis hijos observaban atentamente aquel lugar que en su momento había sido mi casa; muchas miradas indiscretas volteaban a vernos por nuestra forma de vestir distinta a la de ellos.
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-¿Isabel?- reconocí aquella voz pero no el nombre que decía- ¿Isabel? ¿De verdad eres tu?- gire para ver aquella mujer que me llamaba y me encontré con mi prima María quien estaba muy sorprendida. -Disculpa- voltee a verla- ¿Eres María no? -¡Soy yo Isabel!- corrió a abrazarme con mucho gusto mientras lágrimas caían por nuestros rostros. -Cuidado con la sultana- le dijo Iskender que no estaba al tanto de la situación. -¿Sultana?¿Cómo? ¿Del tipo esposa de el sultán Mehmed el valiente victorioso. -¿El valiente? -Así se le conoce en todo Europa porque a pesar de encontrarse más de una vez en desventaja en las guerras sale a luchar y logra la victoria, todos le temen- parecía que se distanciaba por el miedo conforme esto salía de su boca. -Yo no lo sabía. -Madre debemos continuar. -¿De verdad es tu hijo?¿Cuántos hijos tienes?- dijo muy asombrada. -Cierto, el es mi hijo mayor, el sehzade Zulfiqar, ella es Aysel y el es Yussuf. -Mucho gusto- dijo Zulfiqar en tono serio- son 3 más sin contar a la hija de otra concubina que ella crió pero se quedaron en la capital. -¿Y ellos? -Ella es Hatice, mi más cercana amiga y el es su esposo Iskender Pashá, tienen 2 gemelos y adoptaron una niña- cuando empezaron las reconstrucciones de la ciudad encontraron una niña de la edad de Zambak deambulando sola mientras lloraba así que le brindaron el calor y amor que había perdido- pero también se quedaron. -Un placer.
