El sultán quiere que vaya y no puedo evitar mi cruel destino, ahora menos podré morir, a menos que yo lo cause.
Debe haber algo dentro del palacio que puede ayudarme, debo encontrar algo, quizá Rasa kadinn sepa cómo ayudarme.
- Kadinn - dije al hacer reverencia.
- ¡Vete! ¿Crees que no sé que estuviste con el sultán y que ahora eres favorita? ¡Eres una traidora!
- Señorita - dije llorando - quiero morir y sé que usted sabe de algún tipo de veneno, por favor demelo y usted seguirá feliz con el sultán.
- ¿Hablas en verdad?
- Así es.
- Rasa kadinn - entró otra criada de Rasa.
- Dime Eihan.
- Hay una fiesta en el palacio en honor al embarazo de Turhan Ikbal.
- ¡Así que ahora también ella! Vete.
- Toma el veneno - sacó un frasco de cristal con un líquido blanco - esta tarde bebelo todo.
Tenía mucho miedo de lo que haría, pero no quería pasar otra noche con Mehmed sultán, ni soportando a Rasa diciéndome cosas sobre mi tono de piel.
Acudí a la celebración del nuevo miembro de la Dinastía, para ocultar lo que iba a hacer baile junto a las demás muy sonriente.
- Halime ven.
- Dígame hermosa sultana Firuze.
- Vaya que alagadora, me gustaría que conversaras un poco conmigo y con Turhan - para la mujer embarazada era una ocasión de doble burla pues sería madre de un hijo del sultán y creían que había traicionado a Rasa al estar con él, aún así me quedé y después de un rato me fui excusándome con un dolor de cabeza.
Entré a mis nuevos aposentos, cerré la puerta, busqué el veneno y comencé a llorar por mucho rato recordando lo que había vivido y con la mentalidad de que al fin iba a descansar y a estar con mi familia; finalmente bebí el veneno. Después de unos minutos comencé a sentirme mareada y poco a poco todo se puso borroso pero no dolía nada.
*****
- Ya casi terminamos con esto Onur y podrás irte a descansar.
- Como diga, por cierto ya están listos los aposentos para la llegada de su hermana.
- Excelente, ve y dile a DemirAgha o a NazúAgha que preparen a Halime Hatun.
- De verdad lo ha cautivado.
- Solo quiero verla - y en verdad quiero además de así averiguar quién es el tal Leo.
- Ahora mismo voy.
Minutos después
- Señor ha ocurrido una tragedia enorme - me dijo NazúAgha con tono preocupado.
¿Soy tan difícil de tratar?
- ¿Todo bien?
- La señorita Halime...
- ¿QUÉ OCURRE?
- La encontramos en sus aposentos inconsciente en el piso con una botella de veneno al lado, al parecer solo quería morir desde hace mucho.
- Vamos - me levanté de mi escritorio y fui apresurado a ver cómo estaba - ¿Quién la encontró?
- Efsun kalfa.
-¿Tenía alguien de confianza o alguien que sepa algo?
- Se llevaba bien con todas las muchachas pero a ninguna le dijo de esto, Hatice Hatun pudiera saber algo pero desde que la señorita Rasa quedó embarazada tengo entendido estaban peleadas.
Entré en su cuarto y ahí estaba ella, ahora en la cama, con la doctora atendiéndola, intentando que vomitara el veneno que había ingerido con la esperanza de que no fuera demasiado tarde.
¿Tan infeliz era?
Segundos después empezó a tener arcadas y a escupir el veneno. Se veía débil, cansada y pálida. La doctora dijo que ahora se encontraba bien y que debía descansar y yo mismo aseguré que me haría cargo de nada le hiciera falta.
- ¿Por qué lo hiciste? - no me miraba pero aún así contestó.
- ¿Cuántas tierras conquistó para mostrar su grandeza y gloria? Porque a los pueblos solo les da tristeza - no contesté nada - estás mujeres dan pena y lástima peleando por tener un poco de su atención, solo son cunas para tener niños - continúe escuchando atentamente todo lo que quería decir - ¿Cuánto vale lo que somos o cuánto da para arrebtarnos de nuestra familia y quitarnos la vida? - bueno técnicamente ahora fuiste tu la que quiso quitarse la vida, pensé - ¡Son unos cobardes! Tú no sabes cuánto vale un beso de despedida, apagar las velas en la noche o el esperar un sueño cumplir, ni siquiera sabes sonreír, ¡Mireme! - ay si, ahora así me hablaba de usted - Mireme a los ojos y si gusta que me encierren tras mil cerrojos ¿Se cree eterno? - no respondí - Usted y todos los de su dinastía Osmani están enfermos - ahora sí se estaba pasando de la raya, pero tenía curiosidad de escuchar todo lo que la mortifica - en mi mente solo se grabará las lástima que usted y el resto da porque un día todo esto - señaló los alrededores - tiene que acabar.
- ¿Eso piensas de todos o en especial de mi?- hirió mis sentimientos lo cual llevo a preguntarme ¿Hemos roto tantos corazones? Ella se me quedó viendo y empezó a llorar.
- Ojalá me hubiera dejado morir, no importa nada, no quiero casarme, Rasa kadinn me odiaba y ahora más porque todo el palacio cree que pase la noche con usted.
-¿Y no lo has hecho?- me miró ahora con miedo y confusión, lo cuál me causo gracia y ternura - Si, pasamos la noche juntos pero no haciendo lo que todo el mundo cree y en...
- Entonces diga la verdad, que no hicimos nada - literalmente, me dije yo - y si usted no lo hace lo hago yo.
- Tu no lo harás y yo menos, mira - intente explicar - primero ya no te vas a casar, tampoco serás criada de Rasa ni de nadie, solo de mi madre y mía, a pesar de que no paso nada te he nombrado gözde y para protegerte de todo lo que ocurra la sultana Firuze dio su aprobación para que tengas 2 criadas.
- Pero...
- No digas nada, me complació mucho tu baile y quiero que sigas haciéndolo para mí así que debo cuidarte, ahora descansa y cuídate, cuánto antes te recuperes antes me podrás visitar.
Abandoné su habitación y me dirigía los aposentos de mi madre, las mujeres se formaron para hacer la reverencia, pero en cuanto cruce las puertas y éstas fueron cerradas las escuché susurrar.
- Díganme ¿qué pasó?
- Halime.
-¿Halime?
-Isabel ya no se llama Isabel y ya no es una simple criada- llegó DemirAgha que se sorprendió de verme ahí y yo le indiqué que guardara silencio.
- ¿No sabías de verdad? la noche anterior Mehmed sultán la llamo a sus aposentos y volvió casi al amanecer y le fue otorgada una habitación propia y muchos caftanes y joyas, pero según parece se intentó suicidar.Escuchar esto me molestó por lo que le pedía a Demir que dijera al harén que fue un intento de asesinato y que quisieron hacer que pareciera un suicidio y que sí sabía que alguien que tuviera alguna relación con esto sería ejecutado sin ninguna compasión.
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Amable:Una sultana escondida |COMPLETA/CORRECCIÓN|
Ficción históricaDolor, traición, venganza, rencor, deshonra y muy poco amor son el pan de cada día en el palacio de Topkapi ¿Qué darías tu por amor? ¿Eres capaz de renunciar a lo valioso? ¿O simplemente te resignas a perder lo que amas? ¿Realmente el amor soporta t...