- Trae rápido a la doctora.
- ¿Te sientes mal?
- Mucho, anda ve.
Minutos después
- Que extraño, ya debería sentirse mejor; - me pasó una cuchara con medicina - está vez será más fuerte - la bebí pero me dio náuseas, Hatice de inmediato me pasó un cuenco para escupir.
- Sabe horrible.
- ¿Ha tenido problemas para tomarla? - me limpiaba la boca así que Hatice contesto por mi - Sultana permítame revisarla mejor - le permití hacer lo que fuera necesario.
- ¿Todo bien? -me preocupe.- Si, solo que la señorita Reyhan es muy exacta con su diagnóstico.
- ¿De qué habla?
- Si está muy estresada y cansada pero también está embarazada.
- ¿Qué? - estaba en shock, era lo que menos esperaba.
- Poco más de mes sultana, felicidades.
- Gracias - fue todo lo que pude articular. Cuando la doctora salió Hatice dijo:- Esto es muy bueno, ayudará a resolver tus problemas con el sultán.
- A ver, yo no necesito un bebé para que me solucione la vida, no lo necesité antes y ahora tampoco.
- ¿Qué harás?
- Pues decirle, es el padre del bebé.
- Hazlo mañana, descansa por ahora.
*****
No he podido dormir así que mandé a qué me prepararán algo para poder hacerlo.
- ¿Quién eres?
- Reyhan hatun, me envió la doctora.
- ¿Por qué no vino ella?
- La llamó la sultana Halime.
- ¿Está bien? - cuestioné preocupado.
- Solo necesita mucho reposo - tomé el líquido. Quería descansar en ese instante así que le ordené que preparara mis aposentos para acostarme.
Mañana iría a cazar junto a Onur, necesitaba despejar mi mente y contarle a alguien de mi situación.
- Listo mi sultán.
- Bien, ahora me leerás ese libro - señalé a mi escritorio, ella caminó a el.
- ¿Este?
- Si, narra la victorias de Mehmed II, el conquistador; - se sentó y abrió el libro - no te irás hasta que me quede dormido.
Comenzó a leer y yo me acosté hasta que no supe más.
Abrí los ojos y lo primero que vi fue a Reyhan acostada a los pies de mi cama sosteniendo el libro pero aún dormida así que la desperté.
ESTÁS LEYENDO
Amable:Una sultana escondida |COMPLETA/CORRECCIÓN|
Ficção HistóricaDolor, traición, venganza, rencor, deshonra y muy poco amor son el pan de cada día en el palacio de Topkapi ¿Qué darías tu por amor? ¿Eres capaz de renunciar a lo valioso? ¿O simplemente te resignas a perder lo que amas? ¿Realmente el amor soporta t...