Dolor, traición, venganza, rencor, deshonra y muy poco amor son el pan de cada día en el palacio de Topkapi ¿Qué darías tu por amor? ¿Eres capaz de renunciar a lo valioso? ¿O simplemente te resignas a perder lo que amas? ¿Realmente el amor soporta t...
Este capítulo es un especial así que será bastante largo, la razón de éste es que me dedicaré a corregir nuevamente la ortografía, por lo que tardaré en actualizar. Sin más espero que lo disfruten.
Ya estaba todo listo, el cortejo fúnebre de la primogénita del sultán sería llevado a cabo en la mañana siguiente.
Nuevamente en el harén se llevaban prendas en tonos oscuros; los rezos, sobretodo por parte de las mujeres, no paraban, esperaban que la familia imperial pudiera encontrar el consuelo necesario después de semejante perdida.
El sultán sufría en silencio; se trataba de la muerte de su hija, la primera que sobrevivió, aquella que no fue abortada o envenenada después de varios niños fallecidos. Nadie se atrevía a presentarse ante su majestad, la perdida de los bebés cuando él era aún un sehzade, el aborto que la haseki había tenido, la muerte de Arpaslan y ahora se sumaba Neylan a la larga lista, era demasiado para su viejo corazón.
- Su majestad, - DemirAgha le habló con un tono de voz demasiado bajo - ha llegado la hora, en unos minutos saldrá el féretro de la sultana Neylan - Mehmed levantó la vista del piso causando que el eunuco sintiera un gran escalofrío ante la intimidante mirada.
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- ¿Ya están todos listos? - Si señor, el sehzade Hakim llegó anoche junto a sus concubinas, sus hijas, las sultanas Jalila y Zambak han llegado y sus hermanas ya están esperándolo en los aposentos de la valide. - ¿Y mis otros hijos? - aunque ya todos se habían enterado de la muerte, Yussuf y Berat aún no sabían lo que realmente había ocurrido con Neylan. - Aysel sultán se encuentra con la sultana Halime, Zülfikar y Aslihan se encuentran con los sehzades menores. - Bien, en unos momentos estaré ahí - el agha salió de los aposentos privados caminando en reversa para no darle la espalda al gran monarca.
Neylan, la sultana de piel morena, la hija alta de cabellos trenzados. La mujer de nobleza sentimientos, pero de corazón débil, de carácter fuerte con una inteligencia escasa. Sin duda era igual a su madre, la difunta Rasa Bas Kadinn.
El momento de la despedida había llegado; los Aghas pusieron el ataúd sobre los hombros de los varones de la dinastía: Al frente en el lateral izquierdo iba el sultán Mehmed. En el lateral derecho, junto al sultán, estaba Hakim. Tras el Kanuni se encontraba Zülfikar y junto a él, al otro lado del féretro, Aslihan.
Lo que los sehzades no sabían era que los había ordenado conforme tenía la preferencia para su sucesor, es decir en quie más confiaba al dejar el reino.
- ¡Atención, su alteza: Neylan Sultán Hazretleri! - anunciaron los guardias a todos los presentes.
Todos los que se encontraban ahí bajaron la cabeza, no lo hacían solamente porque el sultán iba a pasar, no, era porque junto a él iba su hija, la mayor y tal como se hubiera hecho en vida, debían respetar su cuerpo, aunque ya se encontrara con Allah.
