- ¿Vas a hablar?
- ¿Qué quieres saber? - el odio que Hakim sentía se desbordaba por sus ojos.
- ¿Cómo te libraste de los verdugos?
- No lo sé, quizá su majestad quería salvar a su hijo, - Zülfikar no pudo evitar decirlo - su nuevo heredero.
- ¡Maldito perro! Pero debes saber que aún los sehzades cometen errores y tú has de cometer alguno, estaré esperando la perfecta oportunidad para aprovecharla - su hermano menor lo ignoro y con una amplia sonrisa continuó su camino para poder ver a sus esposas y sus hijos.
Eran pocos los días en los que no se habían visto, pero habían sido los suficientes como para extrañarse demasiado. Mahidevran derramó lágrimas al ver al pequeño Kasim y Zülfikar estaba complacido de volver a ver a Akile, la niña de sus ojos.
En el rincón de los aposentos, dónde se reunía la feliz familia, una joven de cabello rubio y rizado observaba enternecida la escena; Hafsa notó su presencia y para nada le había agradado verla ahí, en los aposentos junto a ellos.
- María, - el sehzade llamó a la muchacha - quiero presentarte, ella es la sultana Mahidevran, - la mencionada sonrió - madre de Kasim y ella es Hafsa Bas Kadinn, la madre de la pequeña Akile - la castaña la miró con seriedad.
- Es un gusto tenerlas en mi presencia - María de verdad se encontraba admirada por la presencia de ellas.
- Te agradezco enormemente por haber cuidado de mi niño en mi ausencia.
- De verdad no fue nada, es un placer servirles; si me permiten, me retiro al harén.
*****
- ¡Su atención, Haseki Meryem Halime Sultán Hazretleri, nueva directora del harén!
Los Aghas pronunciaron mi nombre a los cuatro vientos, las mujeres dejaron de comer para darme la bienvenida. Junto a mi ya venían Ela, Nazu y Kasim.
- ¿Dónde está Zambak, Aysel y Yussuf? - pregunté la hatun.
- El sehzade Yussuf fue llamado por el Lala, las Sultanas se encuentran con el sehzade Osmán - me complacía la manera que tenía todo bajo control.
- Manda a llamar a Aysel a mis aposentos, debo hablar de manera urgente con ella - bajó su cabeza y se alejó de nosotros para seguir mi órden.
- ¿Pasa algo con mi hermana?
- Después de esto, es elemental que consiga un esposo de alta categoría y ya está en esa edad.
- Harás lo que creas mejor, si me disculpas, iré a mis aposentos.
- Anda ve.
Al llegar a mis aposentos me sorprendió lo grande que se veían, los del Palacio de Lágrimas eran muy pequeños, a comparación de los de Haseki.
- Nazú, ve y busca a HamzaAgha, quiero que vuelva a mi servicio.
- Como ordene, mi sultana - salió en seguida y de inmediato entró Aysel.
- ¿Me llamaste, madre?
- Hija, siéntate; - hizo lo que le pedí - hace algunos años, cuando se casó Zambak, mencioné a ambas que lo más importante era el amor.
ESTÁS LEYENDO
Amable:Una sultana escondida |COMPLETA/CORRECCIÓN|
Historical FictionDolor, traición, venganza, rencor, deshonra y muy poco amor son el pan de cada día en el palacio de Topkapi ¿Qué darías tu por amor? ¿Eres capaz de renunciar a lo valioso? ¿O simplemente te resignas a perder lo que amas? ¿Realmente el amor soporta t...