Capítulo 39: Una verdad

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- ¿Qué crees que ocurre Efsun?

- ¿De qué habla sultana?

- Halime y su compañera Hatice han estado muy inquitas desde hace unos días, además el sultán ya no la ha llamado a sus aposentos, ni siquiera el jueves.

- No sé nada sultana, la tarde que regresó el sultán pidió quedar a solas con la haseki y minutos después mando a llamar a Hatice hatun y rato más tarde a Iskender Pashá.

- ¿Es todo lo que sabes? - la administradora asintió - bien, avisame si sabes algo, cualquier cosa - Esmeray levanto la mirada a los aposentos dónde 6 días atrás Mehmed había añadido guardias adicionales y no podíamos salir ninguna de nosotras, solo mis hijos.

Mientras tanto Hatice, Çennet y yo en el interior de aquellos nos consumimos por la ansiedad de saber que ocurría con la decisión del sultán, no creía que fuera capaz de mandar a ejecutarlos porque conocía el valor de ella para mí, y en el consejo...

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Mientras tanto Hatice, Çennet y yo en el interior de aquellos nos consumimos por la ansiedad de saber que ocurría con la decisión del sultán, no creía que fuera capaz de mandar a ejecutarlos porque conocía el valor de ella para mí, y en el consejo el Pashá era muy preciado y capaz.

- Sultanas, - dijo Efsun - el sultán ha organizado para mañana en la tarde un evento con algunos pashás.

- ¿Sólo eso dijo? - interrogué.

- No, pidió que preparara a las mejores 7 muchachas para entregarlas como regalo.

- Bien, puedes irte - al salir Hatice me observó.

- ¿Qué pasará?

- Ha ordenado que preparen mujeres como regalos.

- Ay si, ni que fuera el rey.

- Peor, - interrumpió Çennet - es el sultán, no lo olvides.

- Halime, con todo respeto, tu esposo es demasiado estricto.

- No puedo hacer más contra eso - dije alzando mis manos.

- Iré a mi cuarto - dijo Hatice - quiero estar sola - y se fue.

- Yo quiero dormir, voy a aprovechar que los niños están en clase y los bebés dormidos.

- Anda ve.

Al quedarme sola comencé a leer algunas cartas que me habían enviado de las mezquitas y orfanatos de los que formaba parte.

*****

No sabía cuánto rato había pasado pero ya era bastante, ni siquiera me acuerdo que llegarán los niños. Me levanté y entre a los aposentos interiores donde ya incluso estaban dormidos.

¿Cuánto había pasado?

Me puse a cenar tranquilamente pero vino a mi mente la carta de la difunta valide ¿Por qué no quería que formara alianza con Nûr-Banû? Me puse de pie y fui a buscar a Eylem Kalfa para que fuera a mis aposentos y hablar.

Amable:Una sultana escondida |COMPLETA/CORRECCIÓN|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora