Capítulo 43: Caída de Grandeza II

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-La sultana Halime no esta- dijo DemirAgha ajetreado a Turhan.
-¿Cómo que está desaparecida?
-No está nadie en sus aposentos.
-Esta más que claro que ella tiene algo que ver en esta rebelión.

-¡Calla Esmeray!-Pero sultana ¿No lo ve? En cuanto nuestro señor estuvo lo suficientemente lejos empezó este ataque y ella desapareció

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-¡Calla Esmeray!
-Pero sultana ¿No lo ve? En cuanto nuestro señor estuvo lo suficientemente lejos empezó este ataque y ella desapareció.
-¡Te dije que te calles! No es momento de ver si ella tiene algo que ver o no, antes bien debemos asegurarnos de que nada le ha pasado porque si siquiera un cabello se le ha caído el sultán cortará nuestras cabezas.
-¿De verdad te pones a defenderla? Es la mujer por la que fuiste remplazada, la que te quito al sultán.
-Ella no quitó nada, siempre supe jamás me ha amado y que no me amaría, a diferencia de ti ella no ha buscado humillarme por solo tener dos hijos, así que mételo en tu cabeza, ella es importante y es la esposa legal y ya nadie podrá remplazarla por más que lo intentes, ahora guarda silencio si no quieres que nos encuentren.

*****

-Hatice tengo noticias- con la mirada le dijo que lo siguiera- ¿Cómo está la sultana?
-Mal, no quiere tener al bebé cerca y él obviamente quiere estar con su madre
-¿Ha sido un varón?- la mujer asintió- los rebeldes lograron entrar al palacio.
-Oh por Allah- se llevó las manos a la boca- ¿Qué vas a hacer?
-Vengo a pedir autorización para traerlas aquí.
-¡Esmeray no va a poner un pie en mi casa!- Iskender solo la volteó a ver.
-Tengo que cuidar de ellas.
-Pones tu vida en peligro- dijo pausada y firmemente.
-Esta bien, no las traeré aquí pero igual debo protegerlas, por eso me pagan- el Pashá salió disgustado dejando a Hatice preocupada.
-Çennet lleva al niño con la nodriza.

Así paso perfectamente otro mes en el que se dejó de atacar al palacio cuando se descubrió que no había nadie más que algunas concubinas que no pudieron escapar, nunca supe donde estaban escondidas Esmeray o Turhan pero obviamente tenía la duda de saber si estaban bien y aunque pareciera que todo ya estaba controlado no es así, aquellos hombres continuaban buscando a la familia del sultán por todos lados sin descanso alguno.

Por otro lado parecía que ninguna noticia llegaba a Mehmed sobre los ataques que la ciudad estaba sufriendo, días de angustia pasaban y parecía que no importabamos en absoluto.

-Ya hay que nombrar a ese niño, no podemos dejar que pase más tiempo esperando a que su padre vuelva para ponerle un nombre- comentó Leo que entre tanto revuelo había logrado venir a ver cómo estábamos.
-¿Estará de acuerdo el sultán?
-Eso ya no importa, quizá ni continúe con vida- entre ellos se observaban mientras yo mantenía la vista fija en las velas.
-Poder - Hatice tomó al bebé en brazos no sin antes dejar a Kemal en los de Çennet- Yussuf, tu nombre es Yussuf, Yussuf, Yussuf porque serás quien hará poderosa a tu madre, Allah es misericordioso y grande, Allah es el más grande, Allah es el más grande, Allah es el más grande, que sea un fiel seguidor de Allah, fiel a la Dinastía y respetuoso a sus padres- se acercó a mí con el bebé en brazos para que intentara cargarlo y aunque lo hice fue de mala gana.
-Leo, hazme un favor- mi instinto me decía que debía hacer esto- llévate a Neylan, Zambak, Zulfiqar y a los gemelos contigo, allá estarán mejor- no querían hacerlo pero después de insistir los convencí e incluso se llevó a Çennet con ellos para ser de ayuda.

Amable:Una sultana escondida |COMPLETA/CORRECCIÓN|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora