El cliente.
Smoker x Lorraine.
AU Contemporáneo.
Pedido de suugaarpiink.
Los dedos callosos y arrugados de Lorraine recorrieron por instinto el borde de las vendas en su antebrazo derecho. Al otro lado de aquella muralla, los latidos se agitaban en su palma y se concentraban en su muñeca. La mujer compuso una mueca de molestia, pero no permitió que nadie notase aquello.
—Mamá, voy a ir a recoger unos pedidos. ¿Te puedes hacer cargo de los clientes, por favor?
Físicamente no conservaban ningún parecido —lo había heredado todo de su difunto padre—, pero aquel brillo eléctrico y apasionado era exactamente el mismo que el suyo cuando había tenido su edad. No pudo evitar sonreír y su campo de visión se redujo ante la contracción de sus párpados cansados—. Sabes que sí, cariño. No tengas prisa.
Como siempre, no esperó por una respuesta: ya había desaparecido por las calles de la ciudad y la había dejado sola tras el mostrador de aquella relojería solitaria. Lorraine aprovechó aquel instante de tranquilidad para liberar la tensión de sus hombros que había comenzado a subir desde los ligamentos de su antebrazo al borde de la ruptura. Ella, que se sentía tan joven, había sido relegada de sus aspiraciones y deseos a la fuerza y, como un castigo de Dios por no creer en él, la habían prejubilado.
¡Ella, que había sido de las mejores ingenieras del país, convertida en una dependienta de tienda a la que ni siquiera le permitían manipular unos mecanismos tan pueriles como los de los relojes de pulsera! La frustración la corroía, al igual que el aburrimiento, e incluso aquel mísero trabajo solo lo había conseguido suplicándole a su propia familia un mínimo de contacto con su profesión.
—La lesión ya es irreparable. ¿Quieres añadirle, además, que ni siquiera puedas sentir el brazo? —habían protestado, pero la tenacidad de Lorraine era imparable y, sobre todo, insufrible.
A ella no le importaba volverse zurda a la fuerza si hacía falta. Estar quieta, sin cargar peso ni trabajar con maquinaria o planos ya era una tortura mucho mayor en su opinión. Sabía que toda la culpa era suya, que jamás sabía ponerse límites y forzó de más sus articulaciones, pero tampoco le había gustado la sensación de que ya no era tan ágil como antes, tan fuerte como antes, tan ligera como antes. Sus reflejos habían empeorado y su cuerpo había comenzado a resentirse con mayor rapidez, pero a Lorraine le dio igual: tampoco era tan vieja para tenerle miedo a nada.
Y jamás lo tuvo. Jamás se atemorizó ante los estallidos de sus articulaciones, los brazos dormidos, los dedos hinchados, los músculos agarrotados. Al final simplemente rompió y la encerraron como un particular cuco en aquella jaula de bronce victoriana. Sus únicos instantes de paz en semejante situación eran aquellos en los que por fin no había nadie de su familia cerca y podía dedicarse a arreglar aquellos pedidos que habían llegado a lo largo del día anterior.
Pero, cuando por fin encontró un instante de calma, sonó la campana de la entrada y anunció un nuevo cliente. La única razón por la que no protestó fue la consciencia de que el trabajo de su hija podía correr riesgo.
—¡Bienvenido! ¿Deseas algo?
El recién llegado era un hombre muy alto, con más de cuarenta años encima —las arrugas de su frente indicaban muchos disgustos—, gran musculatura y un rostro tosco y serio. En cuanto notó los ojos verdes clavados en ellos, él apagó los puros en la suela de sus botas y los tiró en la basura de la entrada. Su mirada castaña vagabundeó por los estantes con elaborados diseños tradicionales de relojería, pero jamás encontró su lugar.
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Retazos; One Piece x OC
FanficColección de one-shots de One Piece con la inclusión de OC. Puede haber parejas de todo tipo. ©Los OC me pertenecen íntegramente y no se permiten copias de los mismos, incluidos los relatos en los que aparecen. © Los personajes de One Piece pertenec...