Retazos; One Piece x OC

Hina

Actos heroicos.
Hina x OC.
AU Hollywood.

—Te prometo que he movido cielo y tierra con tal de encontrarlo. ¡Al fin y al cabo, te has esforzado mucho para llamar su atención! Y ahora no voy a dejar que sea deportado cuando por fin ibas a conseguir tu final feliz. Hablaré con los jueces y con quien haga falta, pero esto no acabará aquí…

—¡Corten!

Ikari se permitió relajar sus músculos faciales. Se masajeó la mandíbula lentamente mientras el director se acercaba a ella. Aquello no le iba a gustar, por lo que mejor compensar el desgaste físico; el emocional ya era imposible.

—Debes mostrar más sentimiento en esta frase final. No lo tomes como un alegato vengativo y heroico, sino como el consuelo de una hermana amable.

—¿Cómo quieres que suene amable un “pero esto no acabará aquí”? Casi parece una declaración de guerra. Desearía quitar esa línea.

—Tú harás lo que yo te diga. Deja de ponerte tan exquisita cuando solo llevas un par de trabajos mediocres, mujer. Sonríe y asiente más a lo que te pidan. Así seguro que llegas más rápido a la cima y tu opinión tiene más peso —Después de comentar aquello, acarició con cariño su mejilla y le dedicó una sonrisa de lado a forma de despedida temporal.

Aquella pequeña escena se alargó más de lo que esperaba. Cuando por fin regresó al salón de maquillaje se sentía agotada y decapitada.

—¿Un día duro, cielo? —Hina, la maquilladora jefe, se acercó a ella por detrás y le fue quitando cada una de las trenzas que llevaba en su cabello pelirrojo. Ikari pudo suspirar de alivio con el suave tacto de sus dedos en su cabeza, tan relajante como recordaba.

—No lo sabes bien… Judge estaba más insoportable que nunca. Ojalá pudiese cantarle las cuarenta.

—Nada de actos heroicos, Ikari, si no quieres que Hollywood cierre sus puertas para ti. Tenemos que adaptarnos a todo; es lo que hay.

—Actos heroicos, actos heroicos… ¿Es que a nadie le interesa una heroína? ¿Solo se aceptan mujeres amables, cariñosas y protectoras?

—Bueno, tienes papeles de puta, drogadicta testigo de un asesinato —o víctima— y bruja malvada. Quizá con unos cuantos años más podrás cumplir con tu papel destinado de demonio come-hombres y rompeparejas.

—¡Eh! Yo no tengo la culpa de descubrir que los novios de mis amigas son unos idiotas. Ellas ya deberían de saberlo desde el principio solo por estadística.

Ikari escuchó la risa de Hina detrás de sus orejas y se permitió sonreír con naturalidad por primera en el día. Aunque seguía frente al espejo, lo último que le apetecía era abrir los ojos y encontrarse con su reflejo. Mientras le quitaba el maquillaje irían apareciendo las bolsas bajo sus ojos azules, sus labios gruesos siempre resecos y agrietados, su nariz irritada y congestionada de las lágrimas falsas y las verdaderas… Ikari no quería verse a sí misma; prefería centrarse en las manos de Hina recorriendo su cara y quitándole la máscara con una delicadeza que luego no existía en el resto de sus actos.

—Oh, la vieja celestina. Quizá ese papel te interese.

—Hoy en día ya no se usa mucho…, excepto para que sea la propia celestina la que se enamore. Y eso implica ser joven y guapa. Y otro papel de chica amable que al principio duda de todo y es una indecisa de mierda.

—¿Te tengo que recordar que a pesar de haber pasado cuatro años sigues poniéndote nerviosa cada vez que Hina dice que te quiere, Ikari?

—¡Eso es distinto! —La actriz abrió por fin los ojos y contempló a su novia, intentando pensar una excusa mientras sus mejillas —ahora sin maquillaje— se teñían de rojo—. Simplemente me emociona escuchar cosas bonitas viniendo de alguien que me importa tanto… Me quedo en blanco y… Joder, sí que parezco una de esas niñas estereotipadas. Hina siempre tiene razón.