Retazos; One Piece x OC

Monet

Cuando nos crucemos.
Monet x OC.

Querida Nora:

Me imagino que seguirás en Dressrosa junto a nuestra familia pero, ¿cómo te va? No sé nada de ti desde hace un par de semanas. Y no sabes cómo me duele no poder verte todas las mañanas al despertar.

Aquí hubo mucho movimiento últimamente. Trafalgar tuvo que ayudarnos a espantar a un samurái para que no metiese sus narices en Punk Hazard. Como le ocurriese algo a la investigación o a Caesar..., no quiero imaginarme qué sería de mí. El joven amo me encomendó esta misión, y no me permitiría a mí misma fallar.

El tener alas en vez de brazos aún me dificulta algo escribirte, pero espero que sigas entendiendo esta pésima letra que siempre he tenido. En cuanto a mis piernas..., bueno, no cambian ninguna función vital pero sigue siendo extraño tener las rodillas en un sitio diferente. Tampoco sé por qué te cuento esto, la verdad... Supongo que para recordarte que ya no soy la mujer que era antes. ¿Me querrás igual? Quién sabe.

Ojalá este asunto acabe pronto y pueda volver con el joven amo y contigo. Me gustaría ayudar de nuevo a teñirte el pelo, para que te quedase igual por ambos lados. ¿Recuerdas aquella vez que te quedó el flequillo y las puntas castañas mientras la raíz seguía rubia? Te daba miedo decolorar el pelo y pasaste un par de meses llevando capucha a todas partes. A mí me parecías muy linda con tus mejillas sonrojadas y el cabello desproporcionado. Parecías una niña que había jugado con lo que no debía. Pasé muchas semanas controlando las ganas de despeinarte y besar tu frente. Al fin y al cabo, no éramos nada en aquellos tiempos...

Tal vez le pida al joven amo que vengas a hacernos una visita para la semana que viene. Sí; lo haré. Aunque yo no pueda moverme de aquí, ¿quién dice que no puede dejarte unos días a mi lado? Sabe que nos queremos y él nos quiere a nosotras.

¿Has crecido en estos dos años? Me encantaría saberlo, aunque no pueda comprobarlo por mí misma. Con mis nuevos miembros yo sí lo he hecho, y de seguir rondando el 1,60, haríamos una pareja muy cómica. Me da un poco de grima decirlo, pero casi parecerías mi hija. Ojalá hayas crecido, pensándolo así. Lo último que me gustaría es que te volviese a dar miedo acercarte a los demás por lo que podrían pensar de ti. Tu timidez ya doy por supuesto que sigue igual, ya forma parte de tu ser, como del mío el escribirte cartas mientras duermes para que siempre despiertes con una sonrisa. No sabes cómo la echo de menos, Nora. Es casi como si me faltase algo... Cada día que pasa pienso más en ella, abrazando aquellos momentos que pudimos pasar juntas en el palacio real.

¿Tú también piensas en mí, cielo? Por allí hay muchas personas que podrían intentar conquistarte. ¿Cómo no hacerlo con lo maravillosa que eres? Por mí no puedes preocuparte. Aquí solo estamos Caesar, los piratas de Chairohige y el resto de sus subordinados, los niños y de vez en cuando Vergo. Oh, y claro, Trafalgar. Pero él no es mi tipo. Los que se creen más listos que todos los demás me repelen.

Hablando de los niños, se siguen portando bien. Aún no saben el tratamiento al que los somete Caesar. Y supongo que es mejor así para ellos. De todas formas, ya no tienen salvación con toda la droga que han ingerido. Este científico puede ser realmente despreciable cuando se lo propone... Menos mal que tú eres mejor que él y no necesitas experimentar con unas criaturas. La sombra de Vegapunk lo ha convertido en un muñeco de su propia envidia; solo busca resultados lo más pronto posible.

Oh, parece que hay mucho revuelo. Por lo visto el G-5 ha llegado hasta aquí. ¿Será cierto que es imposible engañar al Cazador Blanco? Supongo que llamaremos a Vergo para que se haga cargo de todo. No parece que sea un problema demasiado grande, de momento.

Me despediré aquí, por el momento. Y ojalá podamos hablar de nuevo muy pronto. La próxima vez que me comunique con el joven amo le pediré que vengas. Y no sabes con qué ansias espero ese instante en el cual nos volvamos a cruzar.

Te ama,

     Monet.